[contextly_sidebar id=”VGdgXwttFCI1d3QML5hZFfPVNGPxlaZa”]Los diputados aprobaron este jueves 26 de febrero la reforma constitucional para crear el Sistema Nacional Anticorrupción, que incluye propuestas hechas por organizaciones de la sociedad civil que acompañaron todo el proceso legislativo.
Desde hace dos años, la Red por la Rendición de Cuentas, México Evalúa y Fundar, cabildearon con legisladores para establecer un sistema capaz de conseguir una verdadera rendición de cuentas en la administración pública.
La reforma fortalece a la Auditoría Superior de la Federación al otorgarle atribuciones de investigación “en tiempo real” y con la creación de un Tribunal de Justicia Administrativa se podría, por fin, castigar a los corruptos.
En la sesión de este jueves, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó la reforma con 331 votos en favor, 61 en contra y una abstención, por lo que será enviada para su análisis y aprobación al Senado. Después deberá ser aprobada en los congresos locales y luego promulgada por el Ejecutivo para entrar en vigor.
La aprobación de la reforma es un triunfo de la sociedad civil que propuso y acompañó el proceso legislativo durante meses, asegura Marco Fernández, investigador de México Evalúa y profesor investigador del Tec de Monterrey.
“Cada vez hay una sociedad más informada, técnicamente más capaz, con valentía de llamar a cuentas a los servidores públicos. De tener diálogos de adultos informados, sin descalificaciones ideológica sino con argumentos técnicos”, dice.
Muchos de los puntos en la reforma “recogen el esfuerzo de la sociedad civil” y aún sabiendo que hay mucho por hacer, lo aprobado es un “avance sustantivo”, afirma Fernández.
En diciembre de 2013, cuando se anunció un acuerdo en el Senado para dictaminar la iniciativa para crear una Comisión Anticorrupción, las organizaciones civiles se acercaron al proceso e hicieron notar las deficiencias de esa propuesta. Aún así, los senadores votaron a favor y enviaron el documento a la Cámara de Diputados.
En la Cámara baja, los expertos nuevamente hicieron ver que “se necesitaba un sistema porque un solo órgano del Estado no iba a poder combatir la corrupción. Faltaba un andamiaje jurídico que permitiera una coordinación eficaz”, comenta Fernández.
En 2014, los legisladores, con excepción de los priístas, organizaron una serie de foros para atender la opinión de los expertos. El Partido Acción Nacional recogió las propuestas y presentó una iniciativa.
Justo en ese momento, se dio a conocer la noticia sobre la llamada “Casa Blanca”, propiedad de la primera dama, Angélica Rivera, financiada por los dueños de Grupo Higa, quienes se habían beneficiado de contratos de obras públicas.
Esto se trataba de un conflicto de interés por parte del Ejecutivo, según denunciaba la oposición y organizaciones sociales. Poco después, el presidente Enrique Peña Nieto presentó el decálogo para enfrentar la crisis de inseguridad, donde garantizó su respaldo al Sistema Nacional Anticorrupción y a la Ley Reglamentaria de la Reforma Constitucional en materia de Transparencia.
Sin embargo, en diciembre de 2014, “el PRI, PVEM y Panal circularon un predictamen light” en el cual desaparecía la propuesta de fortalecer a la Auditoría Superior y eliminaban otros puntos, situación que fue denunciada públicamente por las organizaciones sociales, comenta el investigador de México Evalúa.
Con estos señalamientos, el consejero jurídico del presidente, Humberto Castillejos, y legisladores nuevamente cabildearon con las sociedad civil y la negociación siguió su curso al interior de las bancadas partidistas.
La resistencia por algunos puntos se mantuvo hasta esta semana, cuando el PRI, en voz del diputado Héctor Gutiérrez de la Garza, insistía en que los priístas no cederían a la exigencia de que el titular de la Secretaría de la Función Pública fuese ratificado por el Senado y que la Auditoría Superior de la Federación atrajera la fiscalización de estados y municipios.
Finalmente el martes 24 de febrero, las tres principales fuerzas políticas en el Congreso (PRI, PAN y PRD) anunciaron un acuerdo que incluía estos dos puntos en los que el PRI había cedido. Un día después, la Comisión de Puntos Constitucionales aprobó el dictamen y este jueves fue votado en la sesión de pleno.
En la discusión, uno de los puntos controversiales fue dejar fuera la reforma al artículo 108 Constitucional, en el que se establece que el Presidente sólo podrá ser juzgado por traición a la patria, pero no por “conflicto de interés” como había propuesto el PRD en un inicio.
Esto es lo que aprobaron los diputados:
. El titular de la Secretaría de la Función Pública será propuesto por el Ejecutivo y ratificado por el Senado.
. Se otorga a la Auditoría Superior de la Federación la facultad de atracción para que pueda investigar las finanzas estatales y municipales.
. Se aumenta a siete años la prescripción de actos y omisiones de responsabilidad administrativa que fuesen graves.
. Se crea el Tribunal Federal de Justicia Administrativa que tendrá facultad de sancionar tanto a particulares como a servidores públicos que incurran en faltas administrativas graves.
. Particulares vinculados con actos de corrupción serán sujetos de sanciones como inhabilitación para participar en adquisiciones, disolución o intervención de la empresa, y la obligación de reparar los daños al erario.
. Procederá la extinción de dominio en los casos de enriquecimiento ilícito.
. La Cámara de Diputados designará a los titulares de los órganos internos de control de los organismos autónomos.
. Se elimina el principio de anualidad y posterioridad para que la auditoría pueda llevar a cabo revisiones en tiempo real, así como de ejercicios anteriores. Se le otorga facultad para fiscalizar a los órganos autónomos.
. La Auditoría Superior podrá fiscalizar recursos federales en fideicomisos, fondos y mandatos públicos y privados.
. Se obliga a los servidores públicos a presentar su declaración patrimonial y de intereses a las autoridades competentes.
Aunque se propuso aprobar un artículo transitorio en el que se exigiera al Congreso legislar lo más pronto posible las leyes secundarias que normarían a la reforma constitucional, se rechazó. Incluso, el presidente de la mesa directiva del Senado, Miguel Barbosa, declaró este jueves que esta minuta será votada en la Cámara Alta hasta abril, lo que fue criticado durante la sesión en la Cámara de Diputados.