3 fallas en la investigación del asesinato en Liverpool
[contextly_sidebar id=”i15KAKd90b7yncFKjuf0M1UBBT2YReNh”]Tras el asesinato de la joven Angélica Trinidad Romero Severiano, ocurrido el 15 de noviembre pasado en una tienda de Liverpool, familiares e integrantes del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) –una organización defensora de los derechos de las mujeres– analizaron la investigación que realiza la Procuraduría del DF, y concluyeron que hay al menos tres aspectos que evidencian impunidad en el caso.
El primero de ellos es que “faltan las declaraciones de personas ajenas a Liverpool, así como la ampliación de quienes ya declararon”, dijo la abogada e integrante del OCNF, Yuriria Rodríguez.
Tanto el observatorio –en el que participan al menos 49 grupos defensores de derechos humanos en 21 estados en México– como la familia, coinciden en que es necesario que más personas rindan su declaración, y que a otras se les investigue, como el caso de Gustavo Godínez, un empleado de la tienda departamental que supuestamente declaró que los familiares nunca dijeron que querían ver el cuerpo de Angélica.
Hasta el momento, una persona está detenida por el asesinato la joven de 24 años. Su novio, Marco Antonio Ochoa, fue señalado por las autoridades como el responsable del crimen y fue arrestado el 23 de diciembre pasado.
Asimismo, un juez ordenó la detención de otras tres personas implicadas en el caso: el médico Mariano Espinosa Morales –por el que ya había una orden de presentación–, quien mintió y dijo que Romero Siveriano murió por un infarto; la gerente de la tienda, Alejandra Reyes; y el representante legal, Jorge Álvarez Montalvo, por encubrimiento.
Al respecto, el padre de Angélica, Germán Romero del Valle, dijo en entrevista con Animal Político que “están dejando fuera a (Gustavo) Godínez, que en su declaración es incongruente todo, él dice que nunca les dijimos que queríamos ver a la niña (Angélica)”.
La segunda inconsistencia en el expediente es el desconocimiento de la hora en la que fallece Angélica Romero. Tras la muerte, el cuerpo sufre una rigidez –conocida también como rigor mortis– que puede durar hasta 12 horas, lo que permite conocer la postura y hora del fallecimiento; sin embargo, la alteración post mortem que sufrió el cuerpo de Angélica, impide saber la hora de su muerte.
Este aspecto es clave para saber si Marco Antonio Ochoa, novio de la víctima, identificado por las autoridades como el presunto autor del delito, fue quien asesinó a la joven de 24 años, de acuerdo con el observatorio. A esto agregan que que los videos entregados por Liverpool a las autoridades están editados.
“El presunto culpable estaría fuera, porque no hay nada congruente (en el expediente). De las declaraciones que ha hecho el procurador que tenía 36 horas de video, a mí sólo me enseñaron dos minutos: cuando entra y en otro lugar cuando la ven platicando con otra persona”, aseguró Romero del Valle, padre de Angélica, quien se dedica a la venta e instrumentación de ortopedia.
La tercera deficiencia que argumenta el OCNF consiste en que las autoridades no aplicaron el protocolo de género para tomar en cuenta un posible feminicidio, así como acciones tardías que provocaron la pérdida de información.
En el análisis al expediente señalaron que, del 16 de noviembre al 13 de diciembre, la PGJDF sólo realizó una inspección ocular, una necropsia, la toma de declaraciones y una detección de lesiones que sufrió el cadáver.
La procuraduría capitalina confirmó la muerte de Angélica Trinidad Romero en la tienda departamental, ubicada en el centro comercial Perisur de la Ciudad de México, un mes y dos días después de haber ocurrido el hecho.
De acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, de enero de 2012 a agosto de 2013, hubo 191 asesinatos de mujeres sólo en el Distrito Federal, de los cuales 70 son investigados por feminicidio.
