Familiares de Angélica Trinidad Romero Severiano identifican al directivo de Liverpool Perisur, Gustavo Godínez, como el principal responsable de destruir la evidencia del asesinato de la joven dentro de la tienda, así como su encubrimiento.
Después de revisar el expediente del caso – al cual la familia tuvo acceso hasta el 26 de diciembre pasado, es decir, más de un mes después del asesinato – Germán Romero del Valle y Omar Robles, padre y primo de la víctima, respectivamente, expusieron que la versión de Godínez es la más contradictoria de las 13 declaraciones realizadas.
[contextly_sidebar id=”ZtG83ew1jjNO3y5sPT7UvtUqsxWiwkvW”]“Él (Godínez) fue quien dio la noticia, él está negando en su declaración varias cosas” asegura Omar Robles, quien dio a conocer el encubrimiento en una entrevista difundida en La Izquierda Diario el pasado diciembre.
El 20 de enero de 2015 se dio a conocer que un juez giró orden de aprehensión contra Mariano Espinoza, el médico que certificó la muerte por un infarto; la gerente de la tienda, Alejandra Reyes, y contra el representante legal, Jorge Álvarez Montalvo, por encubrimiento.
A juzgar por los familiares, el directivo de la tienda, Gustavo Godínez, es el primer responsable en dicha lista porque recibió la noticia, permitió la destrucción de las evidencias y le dijo a los padres de Angélica que “se había asfixiado comiendo chicharrones con salsa”.
Los familiares señalan, además, que en su declaración, Godínez asegura que los padres nunca pidieron ver el cuerpo de su hija. “Dime ¿qué padre no va a pedir ver a su hija en ese momento?” -cuestiona Robles – “él dijo que no los podía dejar pasar porque la Procuraduría estaba haciendo la investigación”. Sin embargo la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) tiene conocimiento del hecho hasta que el padre de Angélica interpone una denuncia y visitan las instalaciones de Liverpool hasta el 22 de diciembre (más de un mes después del asesinato).
El padre y primo de la víctima aseguran que el médico Mariano Espinoza, a quien se le notificó auto de formal prisión el pasado 25 de enero, no sólo mintió en la causa de defunción de la joven, sino que nunca revisó el cuerpo y a pesar de ello, la Secretaría de Salud emitió el certificado de defunción con el folio 140159379, del que sólo se entregó una copia fotostática a la familia. Hoy, aseguran los familiares, el Registro Civil no cuenta con el documento.
“¿Cómo certificó la muerte si nunca estuvo allá?, ¿cómo obtuvo el número de folio? Se lo tuvieron que haber dado en el Registro Civil. El certificado dice que Angélica falleció en su casa, y que este médico estuvo tratando a Angélica de hipertensión arterial durante un mes”, declaran los familiares, quienes deducen que el documento se emitió de tal manera que personal de la tienda pudiera manipular el cuerpo y contratar a una funeraria.
En cuanto a Marco Antonio Ochoa, presunto responsable del asesinato de Angélica Romero, sus familiares revelaron que Liverpool es quien brinda el nombre para llamarlo a declarar y no la PGJDF, además mencionan que nunca sostuvieron una relación amorosa, como aseguró la investigación de la procuraduría capitalina.
“Hacen sólo esas preguntas: ¿A qué hora entró y salió Angélica? ¿A qué hora entró y salió Marco Antonio? ¿Estuvieron tomando? ¿Si tenían una relación?, fueron las únicas cuatro preguntas que se les hizo a los que fueron a declarar. ¿Quién les dio el nombre de Marco Antonio?” acusa Omar Robles, en entrevista con Animal Político.
Ochoa se encuentra detenido desde el pasado 23 de diciembre, y de acuerdo con familiares de Angélica y con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, en su declaración niega haber agredido a la joven de 24 años.
Los antecedentes
Germán Romero y Omar Robles exponen que no sería la primera vez que Gustavo Godínez encubriera ilícitos cometidos dentro de la tienda durante 2014, sin embargo reservaron la identidad de sus fuentes por razones de seguridad.
“Hace 15 días encontraron un dedo humano ahí donde encontraron a Angélica y ¿dieron parte? ¿quién lo va a reclamar?” revela Robles, además del caso de una supuesta violación a una empleada de Liverpool cometida cinco meses antes del asesinato de Romero Severiano.
“Llegó el marido a reclamar a la oficina y a quererles hacer un relajo, y le dijo este tipo (Gustavo Godínez): si quieres ir a perder el tiempo ve, nadie te va a hacer caso” agregan los familiares.
El delito por el que se les acusa a tres personas en el caso de Angélica Romero es encubrimiento por favorecimiento, un delito no grave que pueden enfrentar en libertad bajo fianza, sin embargo el argumento de los familiares es contundente: “No vamos a encontrar al culpable gracias a estos tipos”.