Mexicano interrumpe la entrega del Nobel a Malala; muestra una bandera manchada de rojo
[contextly_sidebar id=”ZOPxqInCgk0QbntdO5zih9J9MA2ZNMKF”]El Premio Nobel de la Paz fue entregado este miércoles 10 de diciembre a Malala Yousafzai, una joven paquistaní que fue baleada por talibanes por defender el derecho de las mujeres a la educación, y a Kailash Satyarthi, un activista de la India que lucha por poner fin al trabajo forzado infantil.
Malala, con apenas 17 años — la más joven en recibir el premio — y Satyarthi, de 60, recibieron el galardón en una ceremonia oficial en Oslo, ante estruendosos aplausos del público.
Durante la entrega, un joven –que supuestamente estaba acreditado como prensa– apareció justo delante de las galardonadas con una bandera de México manchada de rojo, de acuerdo con un reporte del diario El Mundo. Horas antes de este hecho, había estrechado la mano de la niña en el Grand Hotel donde ella se hospedaba y le manifestó su admiración.
El joven, de nacionalidad mexicana, ya es asistido por las autoridades consulares de México en Oslo, debido a que fue detenido. De acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el joven –cuyo nombre no fue revelado– “se encuentra bajo custodia de las autoridades noruegas”.
El diario Daily Mail reportó que se trata de un estudiante de Medicina que el martes solicitó asilo a las autoridades noruegas, citando reportes de la policía.
Tras afirmar que todos los niños tienen derecho a su niñez y a la educación, el director del comité del Nobel, Thorbjorn Jagland, afirmó que “la conciencia de este mundo no conoce mejor expresión” que los ganadores de este año.
En su discurso ante la nobleza noruega, Jagland narró cómo Malala, cuando tenía 15 años, fue atacada por un pistolero del Talibán que le disparó en la cabeza hiriéndola gravemente.
Agregó que los extremistas islámicos aborrecen el conocimiento porque predispone a la libertad. “La concurrencia a la escuela, especialmente de las niñas, les priva del poder”, afirmó.
Mencionó asimismo la campaña de Satyarthi por poner fin al trabajo infantil y dijo que abandonó una carrera como ingeniero eléctrico en 1980 para luchar por ese objetivo, y recordó a otro indio, Mahatma Gandhi, que sigue siendo la omisión más notoria en los 113 años de historia del Premio Nobel de la Paz.
Jagland afirmó que los ganadores del premio viven según el principio de Gandhi: “Hay muchos objetivos por los que hubiera dado mi vida. Pero no hay objetivos por los cuales hubiera matado”.
El fundador de los premios, el industrial sueco Alfred Nobel, dijo que el premio debía ser para “la persona que haya hecho más o mejor en pos de la fraternidad entre las naciones, por la abolición o reducción de los ejércitos, y por el cumplimiento y promoción de los congresos de paz”.
El comité ha interpretado esas instrucciones de manera diferente a lo largo del tiempo, ampliando el concepto de paz para incluir los esfuerzos por mejorar la situación de los derechos humanos, combatir la pobreza y limpiar el ambiente.
Al homenajear a los ganadores de este año, el comité noruego del Nobel vinculó el premio de la paz a los conflictos entre religiones y los derechos de los niños.
Los otros premios —medicina, física, química y literatura— serán entregados en Estocolmo el miércoles. Las ceremonias se realizan siempre el 10 de diciembre, el aniversario de la muerte de Alfred Nobel en 1896.
Con información de AP y El Mundo.
