[contextly_sidebar id=”6nCQWSmf2KBhv4erDMnShymcOdRvapeU”]Ocho meses fondeados en el mar sin poder elevar anclas y con las máquinas apagadas por embargo del gobierno de México; con miles de toneladas de hierro arrumbadas en bodegas que, día tras día, generan pérdidas que suman millones de dólares; y con la naviera encallada en largos y desgastantes trámites burocráticos con las autoridades.
Esta es la situación que vive la tripulación de los buques Best Vision y Luyang Eagle –ambos de propietarios chinos y bandera panameña-, desde que el pasado 6 y 21 de mayo, respectivamente, la Procuraduría General de la República (PGR) y el SAT ordenaran el aseguramiento de las miles de toneladas de mineral de hierro que transportaban desde Manzanillo y Lázaro Cárdenas hacia puertos de China.
Además del embargo, migración mexicana tampoco permite el descenso a puerto de ninguno de los 49 marineros de nacionalidad china que integran la tripulación de estos dos barcos de carga -26 el Best Vision, 23 el Luyang Eagle-; situación que ha provocado que, después de permanecer más de 230 días encerrados en un buque a tres millas náuticas de la costa del puerto –cinco kilómetros y medio mar adentro-, los marineros comiencen a padecer problemas de salud.
“La tripulación ya tiene casi ocho meses esperando en el buque a que se resuelva el procedimiento legal con las autoridades mexicanas, y esto les ha generado varios problemas mentales”, señala en entrevista con Animal Político una integrante del departamento jurídico de Global Shipping Services, compañía naviera responsable del buque Luyang Eagle, fondeado en el puerto de Lázaro Cárdenas desde el pasado día 21 de mayo.
“Los familiares también están muy preocupados con esta situación. Y los marineros cada vez están más desesperados, porque llevan meses en el mar y todavía no hay fecha para que sepamos qué va a suceder con el barco”, agrega la compañía que, a pesar de haber recurrido a la Embajada China para que ésta ejerza “un poco de presión diplomática” sobre México y así acortar el procedimiento legal, no se muestra optimista al respecto.
“Todo va demasiado lento en México por la burocracia. Y si las cosas siguen así, tememos que el procedimiento pueda irse de uno hasta dos años más”, dice la empleada de Global Shipping Services.
Animal Político buscó la versión de la Embajada de China en México sobre la situación por la que atraviesan los marineros de nacionalidad china que llevan ocho meses de encierro en buques fondeados en aguas mexicanas. Por medio de un correo electrónico, el departamento de prensa de la Embajada aseguró tener conocimiento de estos casos y señaló que “está realizando gestiones ante las autoridades correspondientes mexicanas para encontrar una solución adecuada al caso”.
Además, refirió que “la tripulación tiene garantizada una vida normal y su estado de ánimo es estable”, aunque no permitió más preguntas al respecto.
México investiga a los buques por extracción ilegal de hierro
Cabe recordar que, tal y como informó el pasado mes de mayo el comisionado de seguridad para Michoacán, Alfredo Castillo, la detención del Best Vision y del Luyang Eagle está enmarcada como parte de un operativo para frenar el financiamiento ilícito del cártel de Los Caballeros Templarios; grupo que tiene en la extracción del mineral de hierro de las minas michoacanas y su posterior comercialización a países asiáticos uno de sus negocios delictivos más rentables.
En una rueda de prensa celebrada el 12 de mayo, el funcionario federal detalló que al Best Vision la autoridad mexicana lo acusa de que, una vez realizada la inspección por parte de los agentes aduaneros, la tripulación no acreditó la procedencia de las casi 100 mil toneladas que buscaba exportar a China, por lo que ordenó el embargo de la mercancía y la inmobilización del barco y su tripulación hasta la fecha.
“En este caso se realizó el proceso pericial de comparación, en el cual se concluyó que la mercancía en el buque Best Vision no acreditaba el origen establecido en los soportes documentales. Esto es, el mineral no había sido extraído de la mina que tenía el permiso correspondiente”, indicó Castillo.
Mientras que al Luyang Eagle, tanto la PGR como Aduanas investigan la procedencia de las 70 mil 200 toneladas de mineral de hierro que cargó en el muelle especializado de mineral a granel del puerto de Lázaro Cárdenas, cuyo destino programado era el puerto chino de Rizhao, según el folio 9994 del movimiento portuario de Lázaro Cárdenas.
Cuestionados sobre esta investigación de las autoridades, la naviera Global Shipping Services niega que las 70 mil toneladas de hierro cargadas en el Luyang Eagle procedan del crimen organizado, y alega que la investigación a este buque se deriva como parte del operativo anunciado en mayo por Alfredo Castillo.
“Cuando se producen las retenciones de estos barcos en Manzanillo debido a unas denuncias (según reveló el comisionado Castillo la detención del Jian Hua se produjo tras un pitazo telefónico), las autoridades nos dijeron que el procedimiento para sacar el mineral de hierro también iba a ser el mismo aquí, en el puerto de Lázaro Cárdenas. Y por eso están investigando que toda nuestra documentación esté en regla y así darnos el permiso para partir”, expone la empleada del área jurídica de la naviera, que asegura que la compañía ya entregó todos los documentos y “todos los permisos” que exige la Secretaría de Economía para poder exportar mineral.
En este sentido, se preguntó por qué entonces el buque continúa varado después de casi ocho meses si ya se entregó la documentación, a lo que la compañía apuntó que todo se debe a un asunto “burocrático”.
“El problema aquí es que también entran en juego varias dependencias de gobierno, como la Secretaría de Economía, Geología, Minería, etcétera, y cada una de esas dependencias tiene su tiempo para hacer las averiguaciones y para contestar. Por eso se ha hecho un proceso muy largo y tedioso. Y esto es algo que sí nos preocupa mucho. Sobre todo, por las personas que llevan tanto tiempo en el mar, y por los costos que genera tener el buque inmovilizado”, asegura la integrante del departamento legal de la naviera, quien refiere que tener el Luyang Eagle fondeado a tres millas náuticas del puerto de Lázaro Cárdenas genera un gasto de 41 mil dólares diarios a la compañía, por lo que, desde el mes de mayo, ya llevan casi 10 millones de dólares perdidos.
Tras siete meses varado en Manzanillo, buque Jian Jua parte rumbo a China
Por otra parte, cabe señalar que, producto del operativo federal contra las fuentes de financiamiento de los cárteles del narcotráfico en Michoacán, también fueron detenidos y embargados entre el mes de abril y mayo los buques chinos Jian Hua y Ben Lun Hai, los cuales también transportaban, según las autoridades, mineral de hierro de procedencia ilícita.
Ninguno de estos dos barcos se encuentra ya en aguas mexicanas.
Según la página web Marinetraffic.com, el buque Jian Hua salió el pasado 23 de noviembre del puerto de Manzanillo, donde estuvo fondeado desde el pasado 1 de mayo.
Tras estar también siete meses varado por embargo de las autoridades de México, el buque se dirige ahora al puerto de Tianjin, ubicado al norte de China.