[contextly_sidebar id=”o0eSnVBqfYSmpyzlNQ4PBdbvuoghBy0C”]Desde hace varias semanas diversos grupos de autodefensas y Fuerzas Rurales advirtieron que en Michoacán estaba regresando la violencia y que en cualquier momento podría registrarse un enfrentamiento, como el ocurrido este martes 16 de diciembre en La Ruana, donde murieron 11 personas.
De hecho hace una semana Hipólito Mora, líder de las Fuerzas Rurales en la comunidad de La Ruana, advirtió que Michoacán “era un desmadre” y que incluso la situación estaba peor que cuando se levantaron las autodefensas.
Y esto incluso lo venía denunciado Felipe Díaz, líder de las autodefensas en Coalcomán, quien en octubre señalaba que existía una pelea por el territorio por parte de Los Caballeros Templarios y Los Viagra.
Incluso en octubre se vieron surgir grupos de autodefensas en Coalcomán y la zona de la Costa, sin embargo, las denuncias de Felipe Díaz no se escucharon debido a que ese mismo mes fue asesinado.
Fue así que, ante la inseguridad que se vive en la región, diversos miembros de las Fuerzas Rurales decidieron el pasado fin de semana bloquear diversas carreteras e incluso quemar sus trajes de Fuerzas Rurales pues aseguraban que “era mejor regresar a las armas como autodefensas y así vigilar sus comunidades”.
Territorios como Apatzingán, Uruapan, Zamora, Nueva Italia y otros lugares de Tierra Caliente han reportado en el último mes enfrentamientos y ataques a diversos grupos que hacen rondines por parte de las fuerzas rurales.
En dichos enfrentamientos se han registrado la muerte de varias autodefensas, y diversos elementos de las fuerzas rurales han resultado heridos. A la fecha se tiene un mes con el reporte de la desaparición de 10 autodefensas que viajaron de Uruapan a Apatzingán y de los cuales no se sabe nada.
Hipólito Mora advirtió hace unos días que diversos grupos armados estaban empezando a rondar por las carreteras del estado y acuso al Comisionado para la seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo, de no estar atendiendo la problemática sobre todo lo referente a un grupo creado por el comisionado denominado G250.
Este grupo de autodefensas y fuerzas rurales tenía la tarea principal de localizar a Servando Gómez “La Tuta”, líder de Los Caballeros Templarios, y para ello se les permitía viajar armados por todo el estado.
Ante los bloqueos, el pasado lunes 15 de diciembre, el Comisionado Alfredo Castillo se vio obligado a reunirse con los líderes de las Fuerzas Rurales para darles a conocer la desaparición del grupo y establecer nuevas reglas, entre las cuales destacó que se acababan los rondines de las Fuerzas Rurales por municipios, al tiempo que destacó que en Apaztingán solo el Ejército estaría encargado de los retenes.
La división entre Fuerzas Rurales y Autodefensas
El enfrentamiento de este martes en la comunidad de La Ruana “ya se veía venir”, estaba anunciada desde el momento en el que Alfredo Castillo perdió el control de los grupos “responsables de la seguridad”, aseguró Hipólito Mora.
Y es que cuando se conforman las Fuerzas Rurales, las autodefensas se dividen en dos grupos; unos oficializados como cuerpo institucional y reconocidos por el Comisionado y otros como autodefensas que eran líderes, pero que no pasaron los controles de confianza, aunque se les dejó armados.
De hecho, tras el enfrentamiento de ayer, Alfredo Castillo aseguró que Hipólito nunca reconoció a las instituciones y que incluso en varias entrevistas había asegurado que tomaría las armas.
“En Michoacán las cosas están en orden, pero aún hay enconos personales que no reconocen a las instituciones y esos actos no los vamos a permitir”, refirió el Comisionado
En ese sentido, días antes, los integrantes del grupo que dirige Hipólito Mora resaltaban que “los únicos en los que confiaban y que les daban solución a sus demandas eran los representantes de la Secretaría de Gobernación; los enviados de Miguel Ángel Osorio Chong”. Mientras tanto, el equipo de Fuerza Rural que comanda Luis Antonio Torres “El Americano”, del H3, firmaba el pasado lunes un nuevo acuerdo con Alfredo Castillo.
Es de resaltar que desde septiembre de este año, fecha en que se conformó el G250, grupo de búsqueda para la captura de “La Tuta”, las fuerzas rurales empezaron a desviar su sentido de protección y acumularon varias denuncias en su contra y quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, las cuales fueron ignoradas por las propias autoridades estatales que encabeza actualmente el gobernador, Salvador Jara Guerrero.
Pese a que todo indicaba que la conformación de estos grupos de fuerza pública podrían contener las actuaciones del crimen organizado –como así fue por varias semanas–, cada vez fue más notorio que la economía de varios comerciantes estaba de nuevo en problemas. Y es que en las últimas semanas hubo denuncias sobre extorsiones por parte de la Fuerza Rural, elementos de la Policía Ministerial y de Seguridad Pública Estatal.
Aunado a esto se sumó la falta de pagos y prestaciones, así como beneficios prometidos a los elementos de las fuerzas rurales por parte de la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, que encabeza Castillo Cervantes.
Esto no solo generó que el pasado fin de semana, los elementos de seguridad rural, ajenos al H3, bloquearan los principales accesos carreteros de seis municipios y causaran afectaciones colaterales en al menos otros 40 de diferentes zonas de la entidad.
Ante ello, Alfredo Castillo, se reunió este lunes con autodefensas y fuerzas rurales afines al grupo armado que encabeza Luis Antonio Torres, mejor conocido como “Simón el Americano” y algunos representantes de otras poblaciones donde se conformaron este tipo de corporaciones policiales. Estos acuerdos fueron rechazados por Hipólito Mora y otras agrupaciones más.
La respuesta a esa negativa, llegó este martes. Pues el grupo de Simón ”El Americano” irrumpió en la Tenencia de Felipe Carrillo Puerto (La Ruana), para luego de enfrentarse a tiros con la gente de Hipólito Mora, dejar un saldo de 11 personas muertas, entre ellos, el hijo mayor de Mora, Manolo, que fue la primera personas que cayó muerto en el lugar.
“Las cosas no van a quedar así. Nos vamos a cobrar una a una de las vidas que nos arrebataron los criminales pagados y armados por el gobierno, que a final de cuantas nos dejó solos, porque me imagino que esa era la encomienda, acabar con nosotros”, señaló enfático uno de los seguidores de Hipólito Mora.
Al respecto, Hipólito Mora comentó que “El Americano” fue quien llegó a La Ruana a atacar y a disparar a su gente.
“Mire, llegó gente del “Americano” y atacó, aquí estaban los policías federales, unos de la Gendarmería y se hizo un desmadre y hay muchos muertos de nosotros, entre ellos mi hijo el mayor”.
Hipólito narró que su grupo se encontraba en una de las barricadas cuando fue atacado por la gente de Simón y tras conocer de la muerte de su hijo refirió que Michoacán no estaba en calma.
“Esto se lo envío a Alfredo Castillo que dice que todo está en paz, que aquí todo está tranquilo, que el “El Americano” es obediente con él… y con “El Yankee”.
– ¿Ustedes traen armas, se pueden defender?
Sí, nos enfrentamos a balazos aquí, vinieron a atacarnos “El Americano”, tenían días amenazando, yo le avisaba a los encargados de la seguridad aquí y me decían que no pasaba nada, que “El Americano” era disciplinado con ellos y aquí está, aquí está lo que yo les venía diciendo por mucho tiempo.
Hipólito aseguró que los muertos de su grupo son “Reyes, Don Jacinto, el papá de la señora Barbará, Manolo mi hijo y alguien más”.
Al termino del enfrentamiento y pasada la media noche, Hipólito Mora aseguró que la gente de Simón quedó liberada y que temía regresar a su casa pues el Ejército solo aseguró que estaba para resguardar los cuerpos.