[contextly_sidebar id=”qx94wfLBtN1tZGgNivWHNgUr0rgNLfDI”]Los policías federales que detuvieron a 11 personas durante el desalojo del Zócalo capitalino, realizado al finalizar una manifestación por el caso Ayotzinapa el pasado 20 de noviembre, declararon que arrestaron “sin temor” a equivocarse a los responsables de la violencia, y que las heridas que estos presentaban fueron causadas por “los objetos que ellos mismos arrojaban”.
“Realizamos una maniobra de encapsulamiento con el fin de asegurar a los agresores, mismos que al verse rodeados empiezan a querer romper el cerco azotando su cuerpo contra los escudos… Mismos sujetos que identificamos plenamente sin temor a equivocarnos… Algunos de ellos a simple vista presentaban lesiones provocadas por los objetos que ellos mismos arrojaban en contra de personal del Estado Mayor Presidencial y de los elementos de la Policía Federal que nos encontrábamos ahí, así como por los golpes que ellos mismos daban al equipo y escudo de protección”, declaró uno de los federales el 21 de noviembre, según el documento de la imputación formal en contra de los detenidos, que están presos en penales de alta seguridad en Veracruz y Nayarit.
Los elementos de la Policía Federal acusaron a Roberto César Jasso del Ángel de ser el principal agresor del policía Jorge Antonio Juárez Mauro, quien fue golpeado por un grupo de entre 16 y 18 personas, según el testimonio policial.
“Eran incitados por el sujeto ya mencionado manifestándoles: `vamos a matar a este pinche perro, (refiriéndose a nuestro compañero Jorge Antonio) que se los cargue la verga´. En ese momento se le van encima pegándole con un palo en la cabeza sobre el casco, hasta que por los golpes el casco se le cayó; percatándonos que muchos de sus golpes daban en el escudo y su equipo de protección causándose daños ellos mismos”, dijeron los uniformados.
Sin embargo, Jasso del Ángel –quien dijo ser el creador de la página de Facebook Colectivo Niqueman Moyolmaca, dedicada a difundir eventos culturales, artísticos y sociales– negó haber participado en los hechos violentos ocurridos en la Plaza de la Constitución la noche del 20 de noviembre, al terminar la marcha convocada para exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado.
De acuerdo con una copia del pliego de consignación consultado por Animal Político, Roberto César Jasso del Ángel dijo que marchó junto con su colectivo desde el Monumento a la Revolución al Zócalo, adonde llegaron aproximadamente a las 19 horas. Durante el recorrido, dijo que observó “algunas personas empezaban a realizar pintas en las que se apreciaba la leyenda ‘Ayotzinapa’, también observé que pintaban la figura de anarquía, la cual corresponde a un círculo encerrando una letra ‘A'”
La narración de Jasso del Ángel continúa y describe cómo fue su detención en el Zócalo, la cual ocurrió luego de que se separó de su colectivo debido a la cantidad de gente que había en la plaza:
“Me percato que a la gente que se encontraba delante de mí, del lado derecho, la venía siguiendo un grupo de granaderos. Yo me encontraba sólo en ese momento con mi novia Paola, por lo que decidimos quedarnos en el asta bandera tomando fotografías de lo que ocurría; fue en ese momento cuando el grupo de personas a la que venían siguiendo los granaderos de alguna manera nos alcanza y detrás de ellos el grupo de granaderos y fue donde me detuvieron…”
Tras esta declaración, la autoridad concluyó que hay “una confesión calificada divisible” de Jasso de Ángel porque aceptó estar ubicado en las circunstancias de modo, tiempo y lugar de la detención.
Según el mismo pliego de consignación, tras las declaraciones policiales, las autoridades concluyeron la “innegable” existencia de un “grupo o asociación” de personas con el objetivo de “perturbar el orden público con empleo de violencia o sobre las cosas, así como la tentativa de homicidio en este caso en perjuicio de Jorge Antonio Juárez Mauro”.
Los detenidos son: Roberto César Jasso del Ángel, Ramón Domínguez Platlán, Hugo Bautista Hernández, Atzin Andrade González, Juan Daniel López Ávila, Laurence Maxwell Ilabaca, Luis Carlos Pichardo Moreno, Francisco García Martínez, Hillary Analí González Olguín, Lilian Garduño Ortega o Liliana Garduño Ortega y Tania Damián Rojas o Tania Ivonne Damián Rojas.
Los testimonios de los detenidos
Otro de los detenidos es el director de cine Luis Carlos Pichardo Moreno, de 55 años, que participó en la manifestación junto con integrantes del Círculo de Estudios del Museo de la Memoria Indómita. De acuerdo con el testimonio que dio un día después de su arresto, salió de la glorieta de ‘La Palma en un contingente de unas 50 personas que, de “manera pacífica y ordenada”, se incorporó a la marcha que llegaría al Zócalo.
Pichardo Moreno, también escritor de teatro, contó que durante el recorrido en su contingente impidieron en un par de ocasiones que dos encapuchados se unieran a la marcha; también negó conocer a las personas identificadas como los agresores del policía Jorge Antonio Juárez Mauro y contó su detención en el Zócalo:
“Pacíficamente nos instalamos frente a la puerta principal de la catedral Metropolitana al altura del asta bandera, ya estando ahí nos percatamos que en las vallas metálicas que resguardaban el frente del Palacio Nacional había grupos de provocadores que lanzaban cuetones, por esa circunstancia decidimos partir (…) empezamos a enrollar nuestras pancartas hechas en papel craft, y ponerles en bolsas de plástico, ya alistándonos para irnos (…)
“De pronto la multitud comenzó a correr hacia la Avenida 5 de mayo, al ver que las Fuerzas Antimotines de la Policía Federal, se aproximaban para disolver a la multitud, de una forma violenta por lo que decidimos correr también a tan solo unos metros de la esquina de Monte de Piedad y Plaza de la Constitución, fui alcanzado por el golpe de canto de uno de los escudos de la Policía Federal, lo cual me hizo caer al suelo, perder mis anteojos y ser golpeado en tres ocasiones por los puntapiés de los uniformados; uno de ellos incluso, al verme dijo textual: ‘no le peguen, es un señor’, al notar mi edad me costó trabajo levantarme por el dolor de mi rodilla derecha y el cual fue examinado por el médico de esta Unidad y otro de los uniformados dijo: ‘no lo dejes ir, mejor llévatelo’, ya que algunos otros uniformados me daban la libertad de irme, entre dos policías me llevaron aplicándome una llave china hasta la calle de Corregidora, a un costado del palacio nacional y yo gritando a los camarógrafos que podía ver, mi nombre y que me estaban llevando preso”, declaró.
En el pliego de consignación también está la declaración de Francisco García Martínez, quien es casado y aseguró que su participación en la marcha fue solamente por solidaridad con los familiares de los normalistas de Ayotzinapa.
“Estaban unos padres del problema de Iguala. Me solicitaron que si los asistía y asentí; desde que llegué siempre estuve en el templete y aproximadamente a las 20:30 horas observé que comenzaron a gritar algunos de los asistentes a la marcha consignas como ‘¡Muera Peña!’ al ver esto que se empezaba a poner feo la reacción de los que estaban en el templete fue bajarse”, sostuvo en su declaración ministerial del 21 de noviembre pasado.
García Martínez señaló que al intentar regresar a su casa fue testigo de empujones entre observadores de Derechos y Humano y granaderos, trató de intervenir y eso le costó la detención por la que, junto con otras 10 personas, se le acusa de asociación delictuosa, motín y tentativa de homicidio.
“Pretendía retirarme a mi casa por Avenida Pino Suárez pero no pude pasar porque estaban los granaderos; de ahí me intenté ir por la calle 20 de noviembre, lo que tampoco conseguí y antes de llegar a la calle de Madero tomé más fotos y me di cuenta que venían de Madero hacia el Zócalo, dos policías del Distrito Federal con un joven ensangrentado a lo que saqué video y le pregunté gritándole su nombre, al ver la situación guardé mi celular y llegaron más granaderos y de forma violenta apartaron a una señora que sostenía al joven de un brazo de forma violenta, es cuando observé aproximadamente entre tres o cuatro personas de Derechos Humanos, mismos que le gritaron a los policías que no ejercieran violencia contra el joven, esto aproximadamente a las 22:30 horas; las personas de Derechos Humanos también fueron empujados por dichos elementos, a lo que yo les grité que no les peguen a los señores de Derechos Humanos y es cuando un granadero me sujeta del cuello a mis espaldas y me dice: ‘por metiche y puto’”, relató.
Hillary Analí González Olguín es estudiante de maestría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Tras su detención el pasado 20 de noviembre, aseguró que su participación en la marcha fue para documentar con fotografías la movilización para su proyecto de tesis. “Teniendo mi propio portal de internet, me dedico a difundir todo lo que es la cuestión de las marchas, aparte los movimientos sociales que estoy tomando son para la elaboración de mi tesis, ya que estudio Ciencia Política en la UNAM, de los cuales he participado en diferentes marchas”, dijo.
Hillary nombró las cuentas en redes sociales con las que registra las movilizaciones a las que acudido desde hace dos años: “Mi página de Facebook que es princessitaflowstyle, también subo mis imágenes a mi página de Twitter @darkwitchemoxa; ahí es donde subo las fotografías de las marchas a las que he asistido en los últimos dos años. Siendo mi última participación en la marchas la del día de ayer veinte de noviembre de dos mil catorce, la cual me había enterado mediante redes sociales”.
Una vez dentro del Zócalo, Hillary González relató su detención y lo que pudo observar antes del desalojo de la plaza de la constitución.
Tras el inicio de los disturbios, “una vez que derribaron las vallas de seguridad la policía llegó a tratar de encapsular a las personas que nos encontrábamos en la plancha del Zócalo, por lo cual muchas personas al ver actos de violencia y al ver que los propios policías estaban rompiendo el cerco, muchos empezamos a correr, entre esas personas yo, que en una de esas correteadas me tropecé con una piedra y me caí, acto seguido llegó un grupo de seis policías a detenerme con golpes, con sus botas, sufriendo golpes en la cabeza, posteriormente me detuvieron dos policías y me separaron del resto de la gente”.
Antes de saber que Hillary estaba detenida en la SEIDO, su madre la creía desaparecida debido a que la llamó por teléfono para decirle que la estaban golpeando. “Ella me alcanzó a llamar, me alcanzó a decir: mamá me están golpeando. La busqué toda la noche, toda la mañana. Mi hija sí está dañada, está lastimada de un ojo, le patearon las costillas, cuando a mí me dijeron que estaba bien”, denunció el sábado 22 de noviembre.
Juan Daniel López Ávila, de 18 años, estudia el primer año de preparatoria en el Instituto de Educación Media Superior del plantel Iztacalco “Felipe Carrillo Puerto”; además pertenece al Frente Popular Francisco Villa, de acuerdo con su padre Juan Francisco López Nepomuceno. Este es el testimonio de su detención: “Me encontraba a unos metros de un templete de metal y empecé a gritar las consignas que era 1, 2, 3, hasta llegar al 43, y gritaba justicia y también estaba cantando el himno nacional mexicano; ya después los granaderos empezaron a avanzar al centro de la plancha y empecé a gritar ‘no violencia’, ya después los granaderos llegaron hasta un punto muy cerca de mi y yo y varia gente nos sentamos en el piso con la consigna de no violencia, después llegaron los granaderos hasta donde yo me encontraba y me rodearon con sus escudos y un oficial me agarró de cuello y me llevó hacia el Palacio Nacional diciéndome ‘maldito estudiante, ponte a estudiar’, me llevaron atrás de la fila de granaderos y me empezaron a pegar, me volvieron a levantar y rodeamos Palacio Nacional”.
Liliana Garduño, de 30 años, es estudiante de preparatoria abierta y asistió a la marcha acompañado de un amigo, al que identificó como Eduardo. Ella declaró: “Recabando fotos a lo largo del camino de la manifestación llegando aproximadamente a las 21:15 horas a la plancha del Zócalo, continuando tomando fotografías percatándome que en dos ocasiones, un grupo de manifestantes corría desconociendo el motivo, por lo cual nos acercamos hacia el lugar donde estaban concentrados a efecto de ver lo que pasaba y tomar fotos; momento en el que percibí un humo blanco lastimando la garganta perdiendo de vista a mi compañero Eduardo, intentando localizarlo en el momento, volviendo a rociar el mismo tipo de humo seguí buscando a mi compañero y al momento que volteo y me doy cuenta que de frente hacia mí se acercaba un grupo de chicos corriendo, como queriendo salir de la plancha del zócalo; cayéndome al suelo por los empujones y al momento de levantarme vi los escudos de los granaderos, por lo que intenté salir de la plancha, cuando doy la espalda a los granaderos recibí un macanazo del lado izquierdo en mi cabeza, cayendo nuevamente al suelo, me levanto y me toman por detrás del cabello, tirándome y arrastrándome hacia unas vallas, donde me golpearon, pateándome y pegándome con sus macanas, rompiéndome el sostén; logrando escuchar que uno de los granaderos refiere que no me golpeen y que me lleven con los detenidos por lo que otro de los granaderos me toma por el cuello y me lleva agachada”.
Tania Damián Rojas es estudiante de 21 años de la carrera de Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. El pasado viernes 21 de noviembre declaró cómo fue detenida en la plancha del zócalo junto con su novio, tras la jornada de movilizaciones del #20NovMx.
“Me trasladé aproximadamente a las tres de la tarde en compañía de mi novio Hugo Bautista Hernandez a la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, adonde nos dirigimos a buscar el contingente de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM (…) Al llegar a la plancha del Zócalo capitalino nos quedamos cerca del asta bandera con dirección a la calle de Madero platicando de lo que estaba aconteciendo en ese momento en la marcha, mientras que mi novio Hugo Bautista Hernández tomaba fotos de lo que íbamos haciendo durante la marcha; y en ese momento nos percatamos que aproximadamente a 30 metros se estaba dando un enfrentamiento entre policías y gente que se encontraba en la marcha, y de pronto vimos una capa de humo blanco por lo que mi novio y yo corrimos en dirección al lado opuesto del enfrentamiento, yo me tapé mi cara y mi nariz con mi palestina, pero con el humo y mucha gente que iba corriendo, perdí de vista a mi novio Hugo, y a los pocos minutos me alcanzaron unos policías y me jalaron del cabello arrastrándome por el piso unos cuantos metros”.
El padre de Damián Rendón es abogado y aseguró que, desde la detención, protestó por cambiar al abogado de oficio y encabezar la defensa de su hija, “pero me lo negaron sin fundamentos”.
“A Tania le dijeron: es mejor que cooperes o te voy a tener que imputar más delitos”, denunció su padre quien viajó a Nayarit el fin de semana, en cuanto supo que a las mujeres las trasladaron al Centro Federal Femenil “Noroeste”, ubicado en Tepic.
Tania gusta de pintar con óleo en sus tiempos libres, así como de asistir a sesiones de “música tipo africana, los fines de semana se sumaba a clases de este tipo de música” según su padre.
Enrique Damián mencionó que las tres mujeres detenidas tras el desalojo del Zócalo de la Ciudad de México, Hillary Analí González Olguín, Tania Damián Rojas y Liliana Garduño Ortega permanecerán bajo la defensoría de oficio.
“Actualmente ellas están en el área de observaciones y clasificación, separadas de población. Sin embargo mi hija sufrió tortura y vejaciones en todo momento, no sólo durante la detención, hay una foto que pude tomar cuando pasé a verla a la galera, donde se ve que fue golpeada”, aseguró.
**Nota publicada el 27 de noviembre.