Expertos forenses en México identificaron el cadáver de un sacerdote católico ugandés entre los restos humanos encontrados en una fosa común en el estado de Guerrero el pasado mes, según informó la diócesis a la que pertenecía el religioso.
La desaparición del padre John Ssenyondo había sido denunciada por la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, a la que pertenecía, hacía seis meses cuando supuestamente fue secuestrado en ese estado del sureste de México.
Sus restos fueron hallados en una fosa común que se encontró en la búsqueda de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, también en el estado de Guerrero.
Las pruebas de ADN sugieren que ninguno de los restos humanos hallados hasta ahora pertenecen a los estudiantes desaparecidos.
La semana pasada, las autoridades mexicanas informaron que tres miembros del cartel Guerreros Unidos confesaron haber matado y quemado a los estudiantes, que fueron detenidos por la policía tras una protesta en la ciudad de Iguala.
Pero sus restos no han sido hallados y las familias dicen que mientras “no haya pruebas” contundentes y fiables seguirán exigiendo la búsqueda de sus hijos vivos y realizando distintas protestas.