[contextly_sidebar id=”p11lfvAOGH998EuZOS1iWLPiI02BIwe0″]Casi 143 millones de brasileños están llamados a votar este domingo en unas elecciones que reflejan la dimensión gigantesca de este país, con la presidenta Dilma Rousseff como favorita y un enigma sobre el rival que enfrentaría en un probable balotaje.
Tres encuestas divulgadas el sábado ubicaron por primera vez al candidato presidencial socialdemócrata Aécio Neves delante de la ambientalista Marina Silva en la disputa por el segundo puesto, aunque ambos aparecen en empate técnico.
Se trata de unos comicios especiales para América Latina, tanto por el peso económico del país como por la gran influencia política que su gobierno ha tenido en asuntos regionales en los últimos años.
Aquí van diez cifras que ilustran la dimensión de lo que se decide en Brasil.
142,8 millones de brasileños están habilitados para votar. Esto equivale a poco menos del doble de los mexicanos convocados a las urnas en los comicios de 2012 (79,5 millones) o a la suma de las poblaciones de Argentina, Colombia, Ecuador, Paraguay y Venezuela.
Las urnas, cerca de 530.000, son electrónicas.
Estas elecciones ya han dejado su huella en las redes sociales, con 35 millones de brasileños que han hecho referencia a la misma desde el inicio de la campaña en julio.
25.919 candidatos brasileños compiten por diferentes cargos públicos: presidente, vice, gobernadores estatales, diputados y senadores tanto a nivel federal como estatal.
De ese total, sólo 30,9% son mujeres.
Los candidatos representan a 32 partidos en todo el país. Pese a tanta oferta, las encuestas sobre intención de votos a presidente anticipan que habrá cerca de 8% de sufragios en blanco o anulados. Los indecisos llegan a 7%.
Tres presidenciables tienen chance de pasar a una segunda vuelta, según las últimas encuestas divulgadas el sábado por Ibope, Datafolha y CNT/MDA.
La actual mandataria Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), lidera con 40% de las intenciones de votos. Pero ninguna encuesta prevé que llegue llega a la mitad más uno de los sufragios válidos (sin contar anulados y en blanco) que necesita para vencer en primera vuelta (alcanzaría como máximo 46%).
La sorpresa en esas tres encuestas es que el socialdemócrata Aécio Neves, del PSDB, apareció con 24% de intenciones de voto y por primera al frente de Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), que figura con entre 21% y 22%. Como esa diferencia entre ambos entra en el margen de error de los sondeos, hay un empate técnico en la carrera por enfrentar a Rousseff en el eventual balotaje.
39,7% del total del PIB de América Latina y el Caribe el año pasado fue brasileño, según datos del Banco Mundial. Dicho de otra forma, de cada 10 dólares de bienes y servicios producidos en la región durante 2013, prácticamente cuatro surgieron en Brasil.
Las elecciones van a definir quién comandará esta economía continental, la séptima mayor del mundo, durante los próximos cuatro años.
36 millones de brasileños salieron de la pobreza extrema desde que el PT llegó al poder en 2003, sostiene el gobierno. La cifra incluye 22 millones durante la gestión de Rousseff iniciada en 2011 y el resto durante los dos mandatos de Luiz Inácio Lula da Silva.
Aparte de la reciente expansión económica brasileña, una clave para esa mejora fueron programas sociales como “Bolsa Familia”, que alcanzó a 50 millones de brasileños de bajos ingresos (un cuarto del total de la población). Esto es ahora una carta clave para Rousseff, que tiene más votos en esos sectores de la sociedad y en el noreste del país.
0,7% es lo que crecerá la economía de Brasil este año, según la proyección del Banco Central, revisada recientemente a la baja desde una estimación previa de 1,6%. El mercado es aún menos optimista: espera que el PIB del país crezca apenas 0,3%.
Es el cuarto año seguido de expansión moderada de la economía brasileña, que en el primer semestre de 2014 entró en recesión técnica (dos trimestres seguidos de contracción). Un flanco débil para Rousseff en estas elecciones.
5% fue la tasa de desempleo del país en agosto, el segundo mes consecutivo que registró un leve aumento. De cualquier forma, la cifra continúa cerca de los mínimos históricos del país.
Según analistas, esto junto al aumento del salario mínimo en más de 50% el último lustro ha contribuido a que Rousseff llegue como favorita a la votación de este domingo pese al estancamiento de la economía.
58% ha caído el valor de mercado de Petrobras, la petrolera controlada por el Estado brasileño, desde que Rousseff asumió la presidencia brasileña al iniciarse 2011.
La empresa, entre las mayores de América Latina, era un motivo de orgullo para los brasileños. Pero en los últimos meses se ha visto envuelta en escándalos y denuncias de corrupción que investiga la justicia. Todo un cambio que los candidatos opositores Silva y Neves han destacado una y otra vez durante la campaña.
56.000 personas aproximadamente son asesinadas por año en Brasil, según el Mapa de la Violencia 2014 que presentó datos de 2012.
Es un reflejo de los problemas de violencia e inseguridad de este país, que figuran entre las mayores preocupaciones de los brasileños. La cifra fue citada varias veces en el último debate de candidatos presidenciales el jueves por Silva, que recuerda que la mayoría de esos muertos son negros y jóvenes. La candidata, criada en una familia pobre en la zona amazónica, busca ser la “primera presidenta negra” de Brasil.
21 días habrá desde la primera vuelta de este domingo y el balotaje que las encuestas anticipan que habrá entre los dos candidatos más votados el 26 de octubre.
Si esto efectivamente ocurre, Rousseff partiría también como favorita en los sondeos para enfrentar mano a mano a Neves o Silva. Pero las propias encuestas han cambiado mucho en las últimas semanas, desde que Silva aparecía como la candidata a vencer, por lo que el resultado final de esta elección aún es incierto.