Hace dos años, KLM, Lufthansa y Delta no permitieron a una mujer con obesidad viajar en sus aviones hacia Nueva York, donde debía recibir tratamiento médico. Días después, la mujer falleció. Hoy se dio a conocer que estas aerolíneas deberán pagar 10 millones de dólares al viudo de la víctima.
En una carta, el abogado de la compañía alemana Lufthansa, Michael Holland, informa que un juez de Nueva York resolvió el caso a favor de Janos Soltesz, esposo de Vilma Soltesz, la víctima, el pasado 27 de agosto.
En junio pasado, Janos Soltesz presentó una demanda contra las aerolíneas por negligencia. Tanto Lufthansa, como KLM y Delta se negaron a despegar de Hungría y Praga con Janos y Vilma Soltesz, de 185 kilos de peso, problemas de riñón y diabetes, a bordo.
Cuando el caso salió a la luz, Delta lanzó un comunicado para decir que “KLM y Delta hicieron todo lo posible para asistir a la familia (…) Cuando KLM no pudo abordar de manera segura a la señora Soltesz en Budapest, se determinó que podría abordar en un avión más grande de Delta, pero desde Praga. Desafortunadamente no fue el caso. Nuestros reportes documentan que el equipo de Delta en Praga hizo varios intentos, casi una hora, para abordar a la mujer, pero no pudieron hacerlo de manera segura”.
En 2012, el abogado de la familia Soltesz, Peter Ronai, explicó a los medios de comunicación que Vilma “primero estuvo esperando 5 horas en el aeropuerto; luego le dijeron que no la aceptarían en el avión, que debería viajar a Praga. Viajó a Praga y la pusieron en un asiento, pero no le pudieron abrochar el cinturón de seguridad, así que el capitán la bajó del avión.” Cuando la pareja finalmente encontró un vuelo en Vienna, ya era demasiado tarde, Vilma había muerto en su habitación.
Con información de EFE y Huffington Post.