[contextly_sidebar id=”a43P3rcmr9vVTc6jlfj6zPEcSnH1kRLR”]Por orden de un juez de Jalisco, el pasado lunes 4 de agosto fue detenida en Yucatán Ligia Canto Lugo, abuela de tres niños sustraídos del seno familiar por su padre y de quienes hasta el momento se desconoce su paradero.
Ligia Canto, cabe recordar, es la anciana que en dos ocasiones ha interceptado al presidente Enrique Peña Nieto durante actos públicos realizados en Yucatán, de donde ella y sus nietos son originarios, para reclamar al mandatario federal la localización de Isabel, Martín y Mariana –de 4, 6 y 8 años, respectivamente–, sustraídos en 2012 por el padre, en violación a la orden de custodia concedida a la parte materna.
La señora Canto, además, encabeza desde febrero de 2013 la búsqueda de los tres menores (por los cuales la PGR emitió una ficha de localización desde el año pasado), ya que la madre de los niños, Ema Gabriela Molina Canto, se encuentra desde entonces escondida, por pesar sobre ella acusaciones de fraude, las cuales califican como parte de una estrategia de “acoso judicial” patrocinada por el padre de los infantes.
En entrevista concedida a Animal Político en junio pasado, la señora Ligia Canto destacó que, luego de que la custodia de los menores le fuera concedida a su hija, Gabriela, el padre de los niños –excolaborador del gobierno de Andrés Grannier en Tabasco– emprendió contra ella una serie de acusaciones judiciales, por medio de las cuales intentó presionarla para que le cediera el oficialmente el cuidado de los menores.
Así, en mayo de 2012, Gabriela Molina fue detenida en Yucatán por policías de tabasqueños (momento que el padre aprovechó para sustraer a los niños), acusada de robar el auto familiar, supuesto delito por el que pasó cuatro meses en una prisión de Tabasco –donde sufrió sesiones de tortura en las cuales le reclamaron ceder la custodia de los niños–, hasta que un juez determinó que no había ningún ilícito que perseguir y la puso en libertad.
Luego, a principios de 2013, Gabriela fue acusada de un supuesto fraude cometido en el DF durante el tiempo que ella había estado en la prisión tabasqueña, acusación que hasta la fecha supervive, razón por la cual se mantiene en la clandestinidad, siendo ésta la razón de que la abuela de los niños tomara la estafeta de la búsqueda.
El pasado lunes, sin embargo, la señora Ligia fue aprehendida por una acusación formulada contra ella en Jalisco, por un supuesto fraude, pero hasta las 00:00 horas de hoy, ella aún no había sido formalmente presentada ante el juez ni consignada a ningún penal de Jalisco.
Sólo se sabe que fue extraída del estado de Yucatán por carretera, informó el Observatorio Nacional Ciudadano Contra el Feminicidio, organización que brinda asistencia a esta abuela en la búsqueda de sus nietos.
El arresto
La captura de la señora Canto fue realizada por cuatro agentes de la PGR, quienes la abordaron luego de que asistiera al periódico La Verdad, de Yucatán, para dar una entrevista sobre el caso de sus nietos, tal como informó Adelaida Salas Salazar, representante del Observatorio Nacional Ciudadano Contra el Feminicidio que la acompañaba en ese momento.
“Tras la captura nosotras nos movilizamos –narra la maestra Salas Salazar–, nos comunicamos con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (organismo que prepara una recomendación sobre el caso de Ligia, Gabriela y los menores), y también con las oficinas centrales de la PGR… ellos quedaron de mandar al delegado de la Comisión de Atención a Víctimas de acá, de Yucatán, también acudió personal de la Fiscalía de Yucatán, y aunque les mostramos a los agentes federales las medidas precautorias de que goza la señora Ligia, tramitadas por la misma CNDH, los policías nos respondieron que les valía, que ese papel no tenía ningún poder.
Una vez consumada la detención, los agentes trasladaron a la señora Canto hasta la delegación estatal de la PGR, donde permaneció hasta la medianoche, para luego ser trasladada en una ambulancia hasta el hangar de la corporación federal en el aeropuerto estatal.
Sin embargo, la anciana no fue trasladada a Jalisco en avión, sino que fue extraída del aeropuerto en vehículo y sacada del estado, “sin que hasta el momento (esta entrevista fue otorgada a las 22:00 horas del 5 de agosto, 24 horas después de la captura), sepamos su paradero: ella no ha sido presentada ante el juez de Jalisco que ordenó su arresto, ni ha sido consignada al penal de ese estado, sólo sabemos que fue llevada a Campeche, donde al parecer la revisó un médico, y luego ya no sabemos para dónde se la llevaron, la PGR sólo nos ha informado que está ‘en tránsito’… ¿qué le estarán haciendo en el camino? No lo sabemos. Para nosotras, en este momento ella está desaparecida”.
La última protesta pública que realizó la señora Lugo en demanda de la localización de sus nietos fue realizada en julio pasado, cuando se encadenó en la plaza principal de Mérida, Yucatán, ante el palacio de gobierno, para denunciar la actitud omisa de las autoridades.