[contextly_sidebar id=”02dc41f31534ad07e69afd3f725aaa8c”]”Resultados graduales” y 56 detenciones. Ese era el anuncio que daban en Morelia, Michoacán el gobierno federal y estatal justo a las 7:00 de la noche del martes. Pero casi tres horas antes, las comunidades de Cancita, El Carrizo y la Cofradía eran testigos de un enfrentamiento entre autodefensas y presuntos miembros de Los Caballeros Templarios.
El enfrentamiento se dio en un terreno complicado donde sólo existe una brecha que nace en la carretera que va de Parácuaro a Apatzingán y a la cual sólo se puede acceder a través de un poblado llamado Uspero.
Así, mientras en Morelia se hablaba de detenidos y resultados del operativo, familias de la comunidad de Cancita se ocultaban en sus casas y otras más salían del pueblo a través del camino en el cual las autodefensas tenían retenes establecidos cuatro días atrás.
Fue durante la conferencia del secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Monte Alejandro Rubido García que las autodefensas seguían solicitando en sus radios apoyo a las autoridades federales para que ingresaran a las poblaciones de El Carrizo y la Cofradía lugares en el que se tenía datos de la presencia de Templarios desde hace días.
Pero el enfrentamiento de anoche ya era esperado por las autodefensas. El pasado sábado Animal Político detalló como Uspero fue el primer poblado que tomaron, luego de que el gobierno federal iniciara el operativo en Michoacán.
La razón para tomar este punto el pasado viernes era que Uspero representa una salida estratégica para los Caballeros Templarios, pues por esta ruta se puede viajar de Arteaga a Apatzingán sin ser visto por las autoridades pues cuenta con un sinnúmero de brechas que atraviesan la montaña y permiten la clandestinidad.
Justo en esas brechas, ranchos, ganaderías y poblaciones lejanas a las carreteras, es que federales y militares no han incursionado y por tanto siguen siendo lugares gobernados por el crimen organizado.
“Qué lo entiendan: el pedo no es en el asfalto. Es en las brechas, en las rancherías. Aquí vea estamos solos y sin apoyo”, señala Jorge uno de los autodefensas que se replegó en el enfrentamiento.
El tiroteo
El pasado viernes, las autodefensas tomaron el poblado de Uspero por sorpresa ahí y justo a su llegada hubo un pequeño intercambio de balazos que permitió a los Templarios huir hacia Cancita o el Carrizal.
En ese momento, grupos de apoyo llegaron para tomar un rancho abandonado por una brecha e iniciaron a rellenar costales de tierra para formar una barricada justo a la salida de Uspero. En el rancho cavaron hoyos y conformaron un fuerte que les permite pasar la noche sin ser emboscados.
La idea era que antes del lunes pudieran avanzar hasta el poblado de Cancita y así ir tomando una región clave para los Templarios. Sin embargo, la toma de este poblado se logró hasta el pasado lunes por la tarde, pues sabían que en el lugar aún había gente armada.
Fue justo a las 3:00 de la tarde que las autodefensas se sintieron seguras de avanzar hasta El Carrizo y de ahí pasar el río y llegar a la Cofradía, pero en el camino fueron sorprendidos, según ellos por cerca de 150 hombres armados que iniciaron el enfrentamiento en defensa de El Carrizo.
Los balazos se escuchaban hasta la población de Cancita, lugar en el que la población se puso nerviosa. Los radios de las autodefensas pedían apoyo pues aseguraban que había más hombres del otro lado.
“¡Repliegue, repliegue!”, gritaron varios miembros de las autodefensas que recomendaron regresar a la barricada de Uspero, lugar en el que hay mejor visibilidad de quienes entran y salen de la zona.
El intercambio de balas duro poco más de 15 minutos. Se esperaba que con el ruido llegaran miembros del Ejército o de la Policía Federal, pero eso nunca ocurrió.
El mayor enfrentamiento se dio justo adelante del poblado de Cancita, en un puente que divide a esta población con un río y en el cual se accede a la sierra. Por la brecha y posteriormentee por carretera, llegar de Apatzingán al lugar del enfrentamiento puede tomar al menos 45 minutos.
Ya en la barricada de Uspero un panadero salíó de Cancita y narró que aún seguían los enfrentamientos.
“Allá en el pueblo está tranquilo pero hacía El Carrizo y el río se escuchan los cohetes”.
La visión de quienes se disparaban entre sí era complicada y de acuerdo a los autodefensas que se replegaron, los disparos eran difíciles y se hacían a mucha distancia.
Escucha aquí una conversación que tuvo lugar en Uspero, tras el enfrentamiento.
“Allá esta difícil. Les tirábamos desde lejos allá en la loma. Imagínese: le tiraban del puente, al río de aquel lado. ¿Pues así, cuando chinga’os les van a dar? ¡Imagínese! Es como tirarle de aquí, a esa casa aquella (una que se encontraba a medio kilómetro). Pues vale madres ¿no? Así la cosa esta pelada”. señalo otro autodefensa que aseguraba requerían refuerzos.
-¿Oiga y cuánto calcula que duro la balacera? -se le pregunta.
-Pues lo que nosotros estuvimos fue entre ocho o nueve minutos pero en lo que nos veníamos pa’ acá todavía se escuchaba.
El camino hacia estos poblados tiene brechas en las que se encuentran cuevas y zonas con poca visibilidad, pues todos los caminos llevan a la sierra y lugares como Arteaga. Incluso aseguran que, quien sabe conducrise por ahí, puede llegar hasta el puerto de Lázaro Cárdenas por los caminos de terracería.
“Usted ya no se meta. Mejor regrese mañana. De aquí a Cancita la libra, pero ya no hay nadie de nosotros y, si usted se regresa y por la brecha le salen aquellos cabrones, está peligroso. ¿Pa que se la rifa?”, recomendó uno de los más jóvenes autodefensas que se mostraba nervioso en el lugar. Según dijo, una vez que llegaran los refuerzos tendrían que volver avanzar y repeler a los Templarios.
Por la noche Estalisnao Beltrán vocero de las autodefensas señaló que el enfrentamiento duro más de cuatro horas y media y que no tenía reportes de ninguna persona muerta.
“Estamos alerta. No vamos a dejar que éstos nos intimiden. Ya los hemos sacado de varios lugares”.
-¿Ya solicitaron el apoyo de policía federal?
-Pues sí, pero es momento que no llegan. Vea son casi las 9:00 de la noche y no recibimos apoyo. Los compañeros allá están en peligro”.
Poco después de que el enfrentamiento se conoció en medios nacionales, casi a las 22:30 horas, el gobierno federal informó que, por la tarde se había registrado “serie de disparos en la comunidad de La Cofradía, municipio de Parácuaro, Michoacán”, en la que no se reportaron hasta ese momento ni heridos ni muertos.
Asimismo, en un boletín, la Comisión Nacional de Seguridad detallo que elementos de la Policía Federal “fueron desplazados al sitio, localizado en una zona rural, para realizar las investigaciones del caso” mientras que efectivos del Ejército ya se dirigían hacia ese lugar.
Finalmente el gobierno federal señaló que los primeros reportes señalan que hubo disparos aislados de arma de fuego, sin que se haya producido un enfrentamiento.