Para evitar las numerosas reservas pendientes presentadas por el PRD y PT en contra de la Reforma Energética, el PRI reventó la sesión de las Comisiones con el fin de que el dictamen llegue este mismo martes al pleno del Senado para su votación.
La estrategia usada por el tricolor fue provocar tres empates consecutivos en la votación de una propuesta de modificación al artículo 28 presentada por la perredista Dolores Padierna.
Después de casi 9 horas de intervenciones de los senadores de izquierda, en las cuáles sólo se desahogaron 2 de los 24 artículos reservados, y previendo una discusión que podría llevarles días, la bancada tricolor optó por causar el empate y evitar que se alargara el debate.
Cerca de las 23:00 horas, Padierna presentó una reserva en contra de las modificaciones al artículo 28 de la Constitución. Al momento de votar, la propuesta fue rechazada por las Comisiones de Energía y Puntos Constitucionales, como había ocurrido durante toda la jornada, pero en la de Estudios Legislativos Primera se dio el empate.
[contextly_sidebar id=”0bf4984fb974fd1ed995d6e962d8572d”]Contrario a la tendencia de su voto, el priista Miguel Ángel Chico votó a favor del proyecto de Padierna. Así, éste se sumó al voto del perredista Zoé Robledo. En contraparte, el panista Raúl Gracia, presidente de la Comisión, y el priista Enrique Burgos, rechazaron la propuesta. La votación quedó dos y dos.
Ante el asombro del resultado, se solicitó una segunda votación. El resultado fue el mismo por el voto de Chico. La quinta integrante de la Comisión y quien pudo hacer el desempate, la panista Sonia Mendoza, se ausentó del salón el resto de la noche.
El empate entrampó la sesión durante varios minutos. El líder del PAN en el Senado, Jorge Luis Preciado, pidió un receso para que el tema fuera llevado a la Junta de Coordinación Política para buscar una solución, pero Padierna y Alejandro Encinas, también del PRD, rechazaron la propuesta y la calificaron de una trampa para complicar la sesión.
El senador Zoé Robledo fue el primero en decir que el PRI usaba una estrategia para reventar la sesión. Cerca de la medianoche se decretó un receso que sería de media hora y se alargó a casi sesenta minutos.
Mario Delgado, del PRD, acusó en su cuenta de Twitter que el voto de Miguel Ángel Chico era para llevar al pleno del Senado las numerosas reservas pendientes.
Con tal de detener el debate, el #PRIAN simula empatar una votación para que el dictamen pase directo al pleno. #NoalaReformaEnergética
— Mario Delgado (@mario_delgado1) diciembre 10, 2013
Revienta el #PRIAN la sesión de Comisiones. Nos vemos en el pleno. Seguiremos defendiendo el petróleo. #NoalaReformaEnergética
— Mario Delgado (@mario_delgado1) diciembre 10, 2013
Al levantar el receso, Enrique Burgos señaló que por reglamentación esa sesión debía cerrarse y avisó que de inmediato se abriría una nueva. Se pasó lista y hubo quórum para continuar.
Tras una intervención de Manuel Camacho Solís en tribuna, se volvió a someter a votación la reserva empatada de Padierna y, de nuevo, Miguel Ángel Chico causó un tercer empate. Los priistas y panistas sonreían desde sus curules.
David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía, leyó un acuerdo para subsanar el empate, el cual se sometió a votación de las Comisiones: “En la discusión del artículo 28 están registradas 15 reservas con el mismo número de propuestas de modificación y (…) se acumula un total de 165 reservas. Por ello, se propone que las reservas (…) se trasladen para su trámite al pleno de la Cámara de Senadores”.
Segundos después, el acuerdo fue votado a favor por la mayoría del PRI y PAN. Los rostros de los perredistas, después de horas de sesión y de enojo, lucían descompuestos. Burgos tomó la campanilla de sesiones, la agitó y con su tintineo terminó la sesión.
El pleno de la Cámara está citado hoy a las 11 de la mañana.
PRI y PAN discuten papel del sindicato petrolero en la Reforma Energética
Con la aprobación en lo general del dictamen de la Reforma Energética, el cual contempla modificaciones a la Constitución, se permitirá la inversión privada en los sectores petrolero y eléctrico.
Mientras el PRD y PT presentaron más de 200 reservas, el PRI y PAN se confrontaron por la permanencia del Sindicato de Pemex en el Consejo de Administración de la empresa.
Con 24 votos a favor y apenas 9 en contra, el dictamen de reforma quedó aprobado en las Comisiones de Energía, Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos Primera. De los 29 integrantes, el priista Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato petrolero, fue el único ausente en la votación.
La sesión tuvo un desarrollo accidentado. Aunque inició a las 11 de la mañana, la bancada perredista pidió una moción suspensiva y sus senadores se manifestaron en tribuna -“¡Pemex no se vende, Pemex se defiende!”-, lo que obligó a decretar un receso que terminó por superar las 3 horas.
Como resultado de su protesta, los perredistas lograron un acuerdo con el PRI y PAN: la Ley de Participación Ciudadana será destrabada hoy de San Lázaro y será enviada al Senado para su votación inmediata. Además, las 1.7 millones de firmas que recabaron para hacer una consulta popular sobre la Reforma Energética fueron recibidas oficialmente por el Senado.
Hacia las dos de la tarde, las Comisiones reanudaron sus trabajos y pasaron directo a la votación en lo general. Los números no fueron favorables para los partidos de izquierda. Fue entonces cuando se notó la ausencia de Romero Deschamps, quien minutos antes salió de la sala malhumorado.
Posteriormente, el senador panista Francisco Domínguez declaró al diario Reforma que ya habían acordado expulsar al Sindicato petrolero del Consejo Administrativo de Pemex. La declaración creó fricción entre ambas bancadas.
Senadores del PAN aseguraron que existe una mesa de negociación entre el gobierno federal, el PRI y el blanquiazul, paralela a los trabajos en Comisiones. La expulsión del sindicato, dijeron, no sería una petición a la que renunciarían.
Jorge Luis Lavalle, también panista, señaló que la reforma va más allá de nombres y organizaciones sindicales, pero el coordinador de la bancada, Jorge Luis Preciado, aseguró que era un tema que tenían encorchetado y seguían trabajando.
Por su parte, el priista David Penchyna, presidente de la Comisión de Energía, bajó directo a la sala de prensa para aclarar que no existe ninguna mesa alterna y que la salida de Romero Deschamps se debió a “cansancio”: “No hay mesas alternas de negociación, no hay nada en lo oscurito, esas son fantasías…”.
El avance del dictamen obligó a que el líder moral del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, acudiera al Senado. La reforma energética, dijo, es un “grave retroceso” porque pone la riqueza y el desarrollo del país en manos de las grandes corporaciones petroleras, en condiciones similares a las de México antes de la expropiación de 1938.
“Esta reforma abre la posibilidad de que toda la riqueza petrolera del país y las decisiones que tiene que ver con el desarrollo económico y general del país, queden influenciadas por los intereses de las grandes empresas petroleras que ya hemos visto en muchas partes del mundo, y que ya la vio México en su larga etapa anterior de 1938”, advirtió el excandidato presidencial.
Para Cárdenas, la apertura del sector energético a empresas extranjeras que impulsa el presidente Enrique Peña Nieto, no tendrá beneficios para el país.
“Su único interés es depredar los recursos, sacarles el mayor provecho sin tener ninguna preocupación por el presente ni por el futuro del país, ni por las condiciones de vida de los mexicanos”, señaló.
Durante toda la tarde y noche, las Comisiones comenzaron a desahogar las más de 200 reservas que se hicieron de los tres artículos constitucionales y sus 21 artículos transitorios. Hacia la media noche, los senadores habían acabado las reservas del artículo 25 de la Constitución y estaban entrampados en el 27.
Manuel Bartlett, del PT, pidió que la sesión tomara un receso, pero Emilio Gamboa, líder de la bancada tricolor, aseguró que el acuerdo era trabajar hasta que acabaran el dictamen.
“Nosotros tenemos oradores para cuatro días, en el PRD no llevamos prisa”, dijo Dolores Padierna.