El secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, recibió el lunes 11 de noviembre al embajador de la República Bolivariana de Venezuela en México, Hugo José García, para abordar el caso de la aeronave de matrícula mexicana interceptada por el Ejército de ese país el pasado 4 de noviembre y que, según el presidente Nicolás Maduro, iba cargada con cocaína.
[contextly_sidebar id=”30d99ab280b907c473cfc9c700944897″]El Canciller instó al embajador a que comparta información para esclarecer el caso y deslindar responsabilidades, según informó la Secretaría en un comunicado. La reunión ocurrió dos días después de que el presidente Maduro dijera en la televisión venezolana que la aeronave, con matrícula XBMGM, iba cargada con droga.
“A mí me sorprendió mucho que un avión que sometimos ya en una pista clandestina de Apure (estado venezolano colindante con Colombia)… es un avión que lo conseguimos full (lleno) de droga, full, y llegó una comunicación de la Cancillería de México pidiendo explicaciones”, dijo el gobernante venezolano.
“Yo le dije al canciller (de Venezuela, Elías Jaua) que le diera todas las explicaciones, pero que tratáramos que el presidente mexicano supiera que estaban abogando por un avión que estaba full de cocaína”
[contextly_sidebar id=”0f82a9eb9155b6f5a2775d0d409dac1d”]”Durante el encuentro celebrado en la sede de la cancillería, Meade recordó que el gobierno mexicano aboga por el esclarecimiento del referido caso en pleno uso de su soberanía y en apego al derecho internacional”, afirma el boletín de la Cancillería.
Lo ocurrido con la aeronave trascendió el 5 de noviembre, un día después del hecho, cuando el jefe del Comando Estratégico Operacional del Ejército venezolano, Vladimir Padrino López publicó en su cuenta de Twitter (@vladimirpadrino) que habían inmovilizado a un “incursor aéreo” siete millas náuticas (13 kilómetros) al norte de Buena Vista del Meta, en el estado de Apure, cercano a la frontera con Colombia.