Luego de que el viernes pasado, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, amenazó con renunciar a su cargo si la bancada de su partido en la Asamblea Nacional aprobaba la despenalización del aborto como parte de la reforma del Código Penal que debate el legislativo, el arzobispo de Guayaquil calificó su posición como “muy apreciada”.
El Monseñor Antonio Arregui, también presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) dijo que está “impresionado por el coraje y la calidad con la que el presidente habló. Creo que es un muy notable”.
“Si siguen estas traiciones y deslealtades, si mañana se evidencia algo, muy lamentable que está ocurriendo en el bloque de País, yo presentaré mi renuncia al cargo”, manifestó el mandatario cuyo período termina en mayo de 2017.
El presidente desafió a los grupos que están a favor de esa práctica a reunir las firmas necesarias para hacer una consulta popular sobre su despenalización. De acuerdo con Correa, la inmensa mayoría de los ecuatorianos están en contra de esa práctica.
El aborto entró al debate público ecuatoriano a raíz de las discusiones sobre el nuevo Código Penal que tienen lugar en la Asamblea Nacional, donde una diputada de la bancada de la gobernante Alianza País propuso su despenalización en caso de violación.
Luego de que Correa amenazara con renunciar a su cargo si la propuesta era aprobada, la legisladora Paola Pabón decidió retirar la moción, en aras de mantener la unidad del bloque.
En la actualidad el aborto es una práctica que el Código Penal prohíbe estrictamente. Según la prensa local, Correa habría hablado de “verdadera traición y deslealtad grave”, recordando que siempre había dejado clara su oposición a cualquier forma de legalización del aborto.
Con información de AICA y BBC.