[contextly_sidebar id=”e9586e92a912efe07677ffb0d69ca94c”]A los hermanos Brandon Alejandro y Jonathan Ariel, de 12 y 13 años, los acribillaron con 80 disparos de AK-47 después de un partido de futbol. A Miguel Ángel, de 15, lo acuchillaron por resistirse al robo de su celular. Sus muertes, ocurridas en días pasados en el Distrito Federal, son ejemplo de una realidad en México: los homicidios de menores de edad se han incrementado durante los últimos años.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran el aumento: en 2011 – los datos más recientes- hubo 2 mil 654 homicidios de jóvenes entre 10 y 19 años. En 2007 los números eran muy distintos: sólo se reportaron 819 casos entre ese rango de edad.
La Secretaría de Salud federal también ha documentado el crecimiento de casos. En 2007, la tasa de homicidios de jóvenes entre 15 y 17 años era de 5.3 por cada cien mil habitantes, y para 2011 se elevó a 15.7.
Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia, señala que no sólo los casos se han incrementado, sino también la violencia con las que fueron cometidos: “Los datos de Salud federal muestran que 6 de cada 10 jóvenes entre 15 y 17 años fueron asesinados con armas de fuego”.
El informe Contando la violencia, elaborado por la Red con base en cifras del Inegi y Salud federal, señala que los homicidios de menores de edad por arma de fuego pasaron de 36% en 2006, a 55% en 2011.
Muertes por homicidio con arma de fuego
“El fenómeno ya tiene varios años, pero se ha incrementado en los últimos. Nuestro país sigue sin tener un sistema nacional de derechos para la infancia. Por una parte, el aumento del país se ve reflejado también entre menores y también muestra la circulación de armas de fácil acceso que hay”, considera el especialista.
Los números del Inegi muestran que ocho estados concentran la mayoría de los casos. Chihuahua encabeza la lista con mil 481 homicidios de jóvenes entre 10 y 19 años de 2009 a 2011. Guerrero, Estado de México, Sinaloa, Nuevo León, Jalisco, Veracruz y DF completan el grupo.
Homicidio de menores de 10 a 19 años de edad, en 2009, 2010 y 2011
Pérez García explica que fue a partir de 2008 cuando los homicidios de menores mostraron un “repunte alarmante”.
Mientras algunos menores son víctimas colaterales e inocentes del fenómeno de violencia en el país, otros decesos sí están vinculados a una cada vez mayor participación en actividades delictivas, reconoce el especialista.
“Estamos ante la ‘narco explotación’, una nueva forma de hacer víctimas a niños, niñas y adolescentes y que tiene expresiones distintas. En todo el mapa de delitos que suceden en el país, la participación de menores es muy pequeña, está entre 3% y 4%, no es masivo”, explica.
“Pero se ha transformado particularmente los últimos años. En general, 8 de cada 10 infracciones por parte de adolescentes son delitos patrimoniales –pequeños robos, actos de bajo impacto-, pero el 20% restante son delitos contra la salud y uso de armas de fuego exclusivas del Ejército”, precisa.
Y este último dato, explica Pérez García, se debe al contexto de violencia en todo el país. “Aunque ya los medios no lo difundan, sigue siendo una realidad de cada día para muchos menores”.
Desde 2006, en su Informe Nacional sobre Violencia y Salud, la representación de Unicef en México alertó sobre el incremento de violencia hacia niños y adolescentes, muy por arriba de los índices de países desarrollados.
“El ambiente de violencia en México tiene un impacto fuerte entre los niños y niñas, y queda reflejado en tasas de homicidios muy elevados también con respecto a ellos”, planteaba el informe.