[contextly_sidebar id=”0fd15f9195ce501ce29a84e5bad8e0c7″]El viernes 20 de diciembre fue promulgada la Reforma Energética por el presidente Enrique Peña Nieto, en una ceremonia que se llevó a cabo a las 12:30 horas en el Patio de Honor de Palacio Nacional.
La reforma fue declarada constitucional el pasado 18 de diciembre por la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, luego de conseguir el aval de 26 congresos estatales, entre protestas en la gran mayoría de ellos.
Con ello, se modifican los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, con lo que se permitirán los contratos con particulares en la exploración y extracción del petróleo y demás hidrocarburos que se encuentren en el subsuelo del país.
Asimismo, abre la puerta para que el Gobierno mexicano pueda suscribir contratos con la inversión privada (IP) para la exploración y extracción de petróleo, y que las contraprestaciones para los particulares vayan desde dinero, utilidad compartida hasta la entrega de los hidrocarburos.
Después de haber sido aprobada por el Senado y por la Cámara de Diputados, el dictamen de Reforma Energética pasó a los congresos estatales, donde fue avalada en tiempo récord: bastaron 83 horas para que 17 de ellos dieran ‘luz verde’ al proyecto y pudiera ser declarada constitucional.
Animal Político presenta en un gráfico todo lo que hay que saber (y considerar) para tratar de entender los cambios que esperan al sector energético del país y que comenzaron ya con la presentación de la iniciativa del presidente.