La crisis venezolana de escasez de productos básicos como azúcar, harina o papel higiénico colmó la paciencia del joven Jose Augusto Montiel cuando no pudo tomarse su café con leche de todas las mañanas.
Ver a sus padres en la ciudad de Maracaibo de supermercado en supermercado en búsqueda de leche le llevó a desarrollar “Abastéceme”, una red social en la que los usuarios se avisan de dónde están disponibles los productos más buscados.
“Tal vez no iba a solucionar el problema de la producción o el abastecimiento, pero tenemos herramientas para tratar de aligerarle la vida al venezolano”, le explicó Montiel a BBC Mundo.
En un mes, este estudiante de ingeniería química de 21 años ya tenía la versión para Android. A los pocos días, se corrió la voz y ya tiene unos 4.000 usuarios activos.
“Lucha de clases”
Aunque la gran mayoría de estos usuarios está en Caracas, su nivel de aceptación y utilidad a la hora de confiar en ella para saber dónde ir a comprar todavía es incipiente.
Por ejemplo, en el este de la capital venezolana no marcaba la existencia de harina –ingrediente para la tradicional arepa– o papel higiénico, que últimamente se ha convertido en el bien más buscado.
Pese a eso, los clientes caminaban a paso ligero hacia un supermercado de la zona de clase media-alta de Los Palos Grandes donde estaban vendiendo el codiciado papel de baño.
Frente al supermercado, mientras ajustaba el papel higiénico con cinta de embalar a su motocicleta, Osmán Díaz le contó a BBC Mundo que se enteró de que había papel por un amigo.
“No soy político, pero la situación está crítica por culpa de ese señor que nos gobierna”, lamentó Díaz.
De la misma tienda salía la sexagenaria Oscarina Velásquez quejándose del mucho tiempo que había tenido que aguardar en fila. La mujer no había comprado papel, según aseguró, porque ya tenía suficiente en su casa.
Su explicación de la situación es bien distinta de la de Díaz: “Los comerciantes son los acaparadores que quieren echarle la culpa al gobierno”.
“Ahí dentro en la fila todo el mundo estaba hablando mal. Es una guerra económica, es la lucha de clases”, dijo Velásquez.
[contextly_sidebar id=”816d1c316ee99e91f26e1aaccd2e975d”]Acaparadores vs controles
La explicación de Velásquez es la del gobierno, que insiste en esa idea para justificar la ausencia de determinados productos de las tiendas.
El Ejecutivo de Nicolás Maduro acusa a empresarios afines a la oposición de tratar de desestabilizarlo ocultando los bienes más esenciales.
Para tratar de enmendar la situación, el gobierno ha anunciado la importación de alimentos y otros productos de la cesta básica.
Sin embargo, economistas afines a la oposición consultados por BBC Mundo culpan al control de cambios, que mantiene el bolívar extraordinariamente sobrevaluado y provoca escasez de dólares disponibles para los importadores.
También apuntan a los controles de precios que desincentivan la producción local y propician la aparición de un mercado negro en el que los bienes que no se encuentran en el comercio formal se venden por encima del precio tasado por el gobierno.
Lo que no niegan ni oficialistas ni opositores es el fenómeno de las compras nerviosas. Si se topan con lo que ha escaseado y se teme vuelva a desaparecer, los venezolanos los adquieren de forma casi compulsiva.
Caldo de cultivo
Y es por todo eso que se da el caldo de cultivo necesario para la aparición de una aplicación como Abastéceme, que se le debe hacer ocurrido a más de uno pero que sólo Montiel se ha lanzado a desarrollar.
“El desarrollo de aplicaciones surgió como un hobby, hacía las que me facilitaban a mí mis deberes. Después las publiqué para ingenieros profesionales”, relata.
Con la escasez, se decidió a desarrollar una que ayudara a sus conciudadanos en su peregrinar para buscar bienes que no se encuentran fácilmente.
Así pues, con Abastéceme, quien busca un bien como el aceite, que también escasea, verá señalado en un mapa dónde un usuario ha reportado que hay. Basta hacer clic para que indique la ruta a seguir.
Montiel es de momento el único desarrollador de su pequeño emprendimiento. “Por ahora sólo trabajo con mis hermanas, que me ayudan con el diseño y concepto artístico”, cuenta.
La aplicación, cuyo contenido publicitario le sirve a Montiel para hacerla “autosustentable”, sólo está disponible para Android. Próximamente saldrá la versión para Blackberry.
“Quisiera sacarlo para iPhone, el problema es que se necesita un equipo Mac y no tengo los recursos. Cuando se preste la situación, lo dispondré”, confesó.