Tenía fama de que le gustaba cantar. Pero quizás la faceta de conquistador es la más importante y la menos conocida de la vida privada de Hugo Chávez Frías (1954-2013). Y es que a pesar de que el primer mandatario venezolano murió a los 58 años oficialmente soltero, años atrás estuvo casado por partida doble y también divorciado por partida doble pues, a decir de sus ex esposa, la causa del rompimiento eran las relaciones fuera del matrimonio del líder chavista.
La primera vez que Chávez Frías fue desposado corría el año 1977. Se casó con Nancy Colmenares, un maestra de educación primaria proveniente de una familia modesta oriunda de la ciudad de Sabaneta al oeste de Venezuela. Con ella tuvo tres hijos: Rosa Virginia, María Gabriela y Hugo Rafael. Su relación se colapsó en 1995 por varios motivos, pero el más importante: Chávez tenía una amante. Se llamaba Herma Marksman y era una historiadora universitaria con quien sostuvo un amorío durante 10 de los 18 años que estuvo casado con Nancy Colmenares.
Dos años más tarde, en 1997, Hugo se volvió a dar una oportunidad en los terrenos del amor. Esta vez contrajo matrimonio con la reportera Marisabel Rodríguez Oropeza que trabajaba para medios locales en Barquisimeto, la cuarta ciudad en importancia de Venezuela. Al año siguiente de sus nupcias se convirtieron en padres de una niña que fue bautizada con el nombre de Rosa Inés Chávez Rodríguez (Rosinés).
Sin embargo, la miel sobre hojuelas no duró mucho tiempo en la pareja presidencial. En 2004, siendo la Primera Dama, Marisabel le pidió el divorcio al entonces presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Fue todo un escándalo dentro y fuera del país. Pero fueron todavía más estruendosas las acusaciones de violencia que la ex esposa de Chávez lanzó en su contra tiempo después en varios medios de comunicación.
A partir de entonces los romances del comandante se convirtieron en secreto de Estado. Nadie hablaba públicamente de Las Mujeres de Chávez.
Lo que para nadie pasó de inadvertido fue el reflector que comenzaron a acaparar sus dos hijas mayores, quienes lo acompañaban en actos y visitas oficiales como una especia de sustitutas de la figura de la Primera Dama. Para muchos analistas no era casualidad, Chávez estaba preparando a sus hijas para heredar su poder político.
1. Rosa Virginia, “La primogénita”
No tuvo otra opción. Tras el divorcio en 2004 de su papá Hugo Chávez y su segunda esposa Marisabel Rodríguez, la joven Rosa Virginia fungió como una especie de Primera Dama de Venezuela junto con su hermana menor María Gabriela y, juntas o separadas, acompañaban al Primer Mandatario cuando se necesitaba una mujer a su lado.
La primera hija de Hugo y Nancy Colmenares estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Central de Venezuela. A pesar de haber tenido un papá distante debido a los años que Chávez estuvo en la cárcel y a que su madrastra no permitía relación entre ellos, Rosa Virginia sacó la casta tras el segundo divorcio de su padre y más aun durante la enfermedad del presidente Chávez, a quien acompañó constantemente a sus tratamientos en La Habana, Cuba.
Al igual que su padre, Rosa Virginia se casó dos veces: la primera fue con el empresario Pedro Manuel Prieto –sobrino de José Luis Prieto, quien era el ministro de Defensa– con quien tuvo a Manuel Alejandro, a quien Chávez puso de sobrenombre “El gallito”; el segundo matrimonio fue con el conocido periodista de la estatal Venezolana de Televisión, Jorge Arreaza –actualmente viceministro de Ciencia y Tecnología– con quien Rosa Virginia también procreó un hijo.
2. María Gabriela, “La consentida”
Poco a poco fue ganando terreno. La segunda hija de Chávez y Marisabel Rodríguez desbancó a su hermana mayor como heredera del poder y los afectos de su padre. En cuanto Chávez cambió su estado civil a soltero, su hija no sólo cerró filas con él en el aspecto emocional sino que se convirtió en la principal colaboradora del presidente.
A decir del semanario oficialista Las Verdades de Miguel: “Chávez mira hacia su entorno familiar y acaricia la idea de perpetuarse en la figura de su hija”. Por su parte, el mandatario bolivariano en el libro 48 horas en la vida de Hugo Chávez, del escritor uruguayo Samuel Blixen, dijo sobre su hija: “María tiene mucho de mí, Fidel (Castro) la llama ‘la heroína’” ya que fue ella la que delató el golpe de Estado de 2002. Para el colombiano Álvaro Uribe: “Es la niñita del presidente Chávez”.
En 2002, María Gabriela escribió un artículo titulado “Mi padre” en la web oficialista Aporrea.org donde la joven, entonces de 28 años, dijo fuerte y claro: “Él me enseñó sencillamente a amar. El me enseñó que la vida puede resultar un poco dura y hasta injusta, pero que a pesar de mil adversidades hay que luchar por alcanzar nuestras metas (…) Pueden decir lo que quieran, pueden inventar una y mil cosas, pueden culparlo, acusarlo y hasta hacerle daño. Y yo, aunque sufra, cada día de mi vida estaré feliz por haber tenido la maravillosa oportunidad de ser su hija”.
De María Gabriela (quien en Twitter es @maby80) la prensa del corazón dice que sostuvo una relación sentimental con el médico chileno Pablo Sepúlveda, quien a su vez es nieto de Salvador Allende, quien fuera presidente de Chile. Los conocedores del ajedrez político venezolano recomiendan seguir de cerca de esta joven que, por su precoz inmersión en las más altas cúpulas del poder, en un futuro no tan lejano podría colocarse como la sucesora de su padre en la presidencia de Venezuela.
3. Hugo Rafael, “La oveja negra”
Por ser el único hijo varón de Hugo Chávez (hasta ahorita) cualquiera hubiera apostado a que “Huguito” sería la extensión política de su padre. Sin embargo, el tercer hijo que Chávez procreó con su primera esposa es todo lo contrario: a sus 27 años está alejado completamente de la política y quizás sólo un par de veces apareció con su papá en actos oficiales.
No es gratuito. La prensa de su país asegura que no tenía buena relación con su progenitor. “No ha sido un buen estudiante, no se destaca en nada, no tiene brillo propio como María Gabriela, que tiene la verba de su padre y está formada en las ideas socialistas. Es un hijo del poder”, señaló el periodista venezolano Modesto Guerrero en entrevista para el sitio Perfil.com
Los periodistas Alberto Barrera-Tyszka y Cristina Marcano coinciden con esa hipótesis en su libro Hugo Chávez sin uniforme: “De todos los hijos, sin duda, Hugo Chávez Colmenares es el mayor enigma. Es notoria la exclusión del único hijo varón del presidente de los actos públicos. Huguito es un joven problemático con el que el mandatario no logra congeniar”. Ni en los deportes se pusieron de acuerdo. Mientras que Chávez era fanático del beisbol su hijo se desborda por el futbol soccer y venera, por sobre todas las cosas, a Lionel Messi.
El mismo portal Perfil.com asegura que “el heredero oculto de la Revolución Bolivariana nunca incursionó en la política. En cambio, se dedicó a disfrutar de las mieles y beneficios del poder y viajó con sus amigos a Cuba y a la isla de Orchila, utilizando aviones y helicópteros del Estado. Además, aprovechó la Copa América celebrada en Venezuela en 2007 para acercarse al astro rosarino”. Lejos está la apuesta que Huguito siga los pasos de su padre.
4. Rosa Inés, “La enfant terrible”
El otro dolor de cabeza que Hugo Chávez se llevó a la tumba es conocida como Rosinés y es la menor de sus descendientes. La única que tuvo con su segunda esposa, Marisabel Rodríguez, a quien por cierto, en 2008 el presidente de Venezuela demandó por restringirle ver a su hija. Su ex esposa lo desmintió. Luego, él retiró la demanda.
La adolescente Rosinés (quien debe rondar los 14 años) le sacó varias canas verdes a su padre cuando protagonizó una serie de escándalos en los que a través de imágenes compartidas en redes sociales mostraba que su estilo de vida no tenía nada que ver con los ideales socialistas de su padre. Sin embargo, el propio Chávez se prestaba a los caprichos de su hija. Supuestamente en 2008 el mandatario mandó detener el avión en el que viajaba el cantante Justin Bieber para que su hija se pudiera tomar una foto con él.
Distintos y distantes. Así son los cuatro hijos del hombre que gobernó Venezuela durante casi 14 años. Los Chávez seguramente estarán en el ojo del huracán durante los próximos días en los funerales de su padre pero, sobre todo, monopolizarán la atención mediática cuando comience la disputa por una herencia que, según los servicios de inteligencia norteamericana, asciende a millones de dólares.