Hoy Alessandro Zanardi, de 45 años, lo volvió a hacer. No sólo ganó el miércoles una medalla de oro en los Paralímpicos de 2012, hoy repitió la hazaña al dominar la prueba de pista H4 del ciclismo, realizada en el circuito de Brands Hatch.
El ex piloto cronometró 2h 00”32; la plata fue para el sudafricano Ernst Van Dyk y el bronce para el belga Wim Decleir.
El miércoles, el italiano dominó la prueba en en la categoría H4 contrarreloj, con una marca de 24”50’22.
El accidente en Lausitzring
Una tarde en Brandemburgo. Alex Zanardi lidera la carrera en las últimas vueltas en el Lausitzring, al sur de Alemania.
Zanardi, de entonces 34 años, iba a salir de los pits como líder para llevarse la victoria, pero no fue así.
El italiano perdió el control de su bólido y quedó atravesado en la pista. Alex Tagliani, segundo lugar del evento, que venía a más de 300 kilómetros por hora, no pudo frenar e impactó con violencia y de lleno, en el costado de Zanardi.
Las terribles imágenes dejarían perplejos a millones de televidentes que vieron la carrera, o a quienes se enteraron por los noticieros.
Horas más tarde, los médicos tuvieron que amputarle ambas piernas por encima de las rodillas. El piloto luchó entre la vida y la muerte por varios días en un hospital de Berlín, y milagrosamente, fue dado de alta unas semanas después.
La recuperación
Nietzsche decía que lo que no te mata te hace más fuerte. Y Zanardi es el ejemplo vivo. El bicampeón de la Cart enfrentó la adversidad desde pequeño cuando perdió a su hermana, una promesa de la natación italiana, en un accidente automovilistico, y más tarde, había regresado para ganar en varias ocasiones cuando nadie apostaba por él.
La pérdida de sus piernas significaba para muchos el fin de su carrera, pero no para Alessandro. Él no conoce límites, él tomó sus prótesis y regresó a la actividad. Y no sólo a la de la gente normal, sino a la de gente extraordinaria, la de los héroes, la que sólo unos pocos pueden contar.
En 2003 regresó a la pista en que casi muere y completó, a más de 300 kilómetros por hora, las 13 vueltas que le faltaron en aquella ocasión.
Para 2004, y ante la sorpresa del mundo, el italiano firmó para competir en el campeonato mundial de autos turismo y se mantuvo en el serial con buenos resultados hasta 2007 cuando comenzó en el ciclismo adaptado.
Zanardi es un ejemplo de vida, un hombre sin límites, que en 2oo6 corrió de nuevo un Fórmula 1, en una sesión de prueba en Valencia.
Y por si fuera poco, en 2007 corrió el maratón de Nueva York en silla de ruedas, para entrar en el cuarto lugar del evento. En 2011 repitió el Maratón de Nueva York, pero esta vez lo ganó.
Esta semana, Zanardi volvió a la gloria, a ese lugar que tanto ama y que reclama como suyo, y se subió dos veces al lugar más alto del podio en los Paralímpicos de Londres 2012.
El italiano se cuelga, así, la gloria Paralímpica… y seguramente no será su último logro deportivo.