Familiares de los tres jóvenes capitalinos raptados por un grupo armado el 22 de agosto pasado en Paracho, Michoacán, y de los cuales no se ha tenido noticia hasta la fecha, denunciaron que existen marcadas contradicciones entre la versión de los hechos proporcionada por autoridades municipales y las declaraciones de testigos del secuestro, las cuales dejan ver que “al menos por parte del alcalde, Nicolás Zalapa Vargas, existe encubrimiento de los responsables”.
En entrevista con Animal Político, la señora Guadalupe Nava explicó que su hijo Luis Enrique Nava Castañeda, su sobrino Diego Antonio Maldonado y la psicóloga Ana Belem Sánchez, fueron secuestrados al rededor de las 4 de la mañana del domingo 22 de agosto, por un grupo de hombres y mujeres armados que ingresaron al hotel en que se hospedaban.
“Según declaraciones de la dueña del hotel Santa Fe y del recepcionista, a nuestros hijos los sacaron por la fuerza y, luego, ya estando fuera del hotel, los agresores estuvieron golpeándolos y discutiendo con ellos por alrededor de hora y media, antes de llevárselos –narró la señora Guadalupe–; sin embargo, el alcalde Nicolás Zalapa Vargas aseguró en su declaración ante el Ministerio Público que, justo a las 4:00 horas, mandó una patrulla a verificar lo que ocurría, pero que no se percataron de nada”.
El munícipe, no obstante, no explicó de qué manera se enteró de que algo ocurría en dicho hotel, ubicado a corta distancia del palacio municipal de Paracho, ni la razón de que los patrulleros no se acercaran con los empleados para verificar que todo estuviera en orden; además, subrayó la señora Nava, tampoco queda claro qué tipo de inspección realizaron los policías, ya que no se percataron de que fuera del hotel Santa Fe un grupo de varios sujetos armados golpeaba a tres personas, “¡no vieron nada!”.
“Es muy contradictorio todo –se lamentó la madre de Luis Enrique, dirigente juvenil del partido Movimiento Ciudadano en el DF–, sentimos que nos están diciendo muchas versiones, para no decirnos la verdad. Consideramos que, al menos el presidente municipal, está encubriendo a los que se llevaron a nuestros hijos… En Paracho todos saben quiénes fueron y qué les hicieron, la policía, el presidente municipal, la directora de la casa de cultura que los contrató para dar talleres, los empleados y la dueña del hotel, pero no nos quieren decir, no sé si los tengan amenazados, intimidados o si sean sus cómplices…”
Cabe destacar que Animal Político buscó obtener la versión oficial de la alcaldía de Paracho, en torno al secuestro de los tres jóvenes (quienes habían sido contratados por el ayuntamiento para impartir talleres infantiles durante un fin de semana) sin obtener respuesta favorable.
En la oficina del presidente municipal, de hecho, se anunció que el funcionario está de viaje y, extrañamente, se sugirió solicitar la información sobre el triple secuestro en la Casa de Cultura de Paracho (donde los jóvenes habían impartido su taller), institución en la que tampoco fue posible localizar a su titular… porque también se encuentra de viaje.
Borrando huellas
A pesar de que los empleados del hotel Santa Fe aseguraron, en sus primeras declaraciones ministeriales, que no se percataron del secuestro sino hasta varias horas después, debido a que éste se perpetró durante la madrugada, en posteriores encuentros con agentes de la Procuraduría de Justicia de Michoacán tanto la dueña como el recepcionista del establecimiento reconocieron que éste se perpetró ante sus ojos, “no obstante –se lamenta la señora Nava–, ellos insisten en que, por temor, no vieron los rostros de los atacantes”.
Esa versión, sin embargo, tampoco encaja con la mecánica de los hechos, ya que “el recepcionista dice haber hablado con el primer agresor, quien entró al hotel a las 4:00 horas, justo después de que ingresaran mi hijo y sus dos amigos; ese sujeto le dijo al recepcionista que venía acompañando a nuestros hijos y nadie le impidió pasar del lobby y subir a las habitaciones… en ese momento todavía no había indicios de que el sujeto fuera a perpetrar un atentado pero, aún así, el recepcionista dice que, por miedo, no le vio el rostro”.
Minutos después, continúa narrando la madre de Luis Enrique, “mi hijo bajó con el recepcionista y le pidió que le hablara a la policía, porque había un hombre armado atacándolos, pero este empleado dice que tuvo tanto miedo en ese instante, que olvidó cuál es el teléfono de la policía… que no pudo hacer el reporte… y aún así, el presidente municipal dice que mandó una patrulla a inspeccionar lo ocurrido”.
Pero el recepcionista, informó la señora Guadalupe Nava, no ha sido el único testigo que cambió su declaración, ya que la dueña del hotel, quien inicialmente negó haber visto a los atacantes, “ahora dice que luego de que sacaron a nuestros hijos de sus habitaciones, y mientras los estaban golpeando fuera del hotel, algunos de los agresores le pidieron cubetas y trapos para limpiar la sangre que había quedado en la cafetería”, donde según las indagatorias periciales se realizaron al menos cuatro disparos.
“Ahora ya nos hablan de balazos y de que había sangre –protesta la señora Guadalupe, y es que, originalmente, la Procuraduría michoacana sólo detectó huellas de forcejeo –, ahora dicen que las personas que se llevaron a nuestros hijos no se fueron rápidamente, como se nos dijo al inicio, y que, incluso, pidieron cubetas y trapos a los del hotel y que se pusieron a limpiar, pero que ni los empleados ni la dueña nunca les vieron la cara en todo el tiempo que estuvieron ahí, que fue hora y media. La Procuraduría dice que no pueden avanzar en las investigaciones porque los lugareños no se lo permiten…”
Libérenlos, por favor…
Mientras en Michoacán “sentimos que todo va muy despacio y que nadie está buscando a nuestros hijos”, afirma la señora Nava, aquí, en la Ciudad de México, “sus primos y amigos están luchando sin descanso… tal vez no podamos competir con las capacidades que puede tener la policía para realizar esta búsqueda, pero aún así, nosotros somos los que la estamos haciendo, porque la autoridad no está haciendo mucho”.
Como parte de estas acciones, en Twitter fue creada la cuenta @liberenlosxfa, el hashtag #liberenlosxfa, así como el blog liberenlosporfavor.blogspot.mx, a través de los cuales los familiares solicitan la solidaridad ciudadana en la búsqueda de los tres jóvenes del Distrito Federal.
“Ayúdennos a través de internet –pidió la señora Guadalupe–, estamos tratando de enviar muchos mensajes diciendo ‘Dónde andan, Kike, Ana, Diego, vamos a encontrarlos’ y ‘libérenlos, por favor’, es algo que queremos repetir mucho, para ver si alguien nos escucha, estamos muy desesperados… No sabemos contra quién estamos luchando, quién los tiene, por qué se los llevó…”