De acuerdo con un estudio realizado por autoridades del ayuntamiento de Toluca sobre la violencia de género entre la población otomí de la comunidad de San Pablo Autopan, el 100 por ciento de los indígenas aseguraron que fueron educados a golpes.
Según los datos del estudio, el 90 por ciento de la encuestados dieron a conocer que son los maridos o cónyuges, los generadores de la violencia en sus hogares y el mismo porcentaje advierte que los celos son normales y toleran los abusos derivados de ellos.
Entre la población adulta, el 85 por ciento de los entrevistados consideran que la mujer debe quedarse en el hogar; el 100 por ciento fueron educados o tienen referencia a la autoridad impuesta por golpes y creen que es mejor una agresión física que las palabras.
La población más grande del grupo de encuestados, dice que fue educada pensando en que si le pegan a la mujer es “porque algo habrá hecho”.
En conjunto, los resultados reflejan la importancia de trabajar conjuntamente en transformar la cultura de los golpes, erradicar los puntos generadores de violencia intrafamiliar y crear normas para prevenir, evitar que ocurra, además, impedir que sea transmitida a las nuevas generaciones.
El 30 por ciento de la población femenina refiere que fueron golpeadas desde el noviazgo; el 90 por ciento de los indígenas perciben que se comenten injusticias en la educación y se refleja en la falta de oportunidades, como el empleo.
El 71 por ciento de los jóvenes creen que su generación se caracteriza por ser posesivos y el 15 por ciento nunca observó una muestra de cariño entre sus padres, por lo que consideran la necesidad de modificar las formas de convivencia entre hombres y mujeres, indicó el estudio.
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