México mejoró cuatro posiciones en el Índice de Estados Fallidos 2012, donde el primer lugar fue otorgado a Somalia, siendo el país con mayor emergencia. Con respecto al año anterior, nuestro país pasó del lugar 94 al 98.
Según el índice, realizado por la fundación Fund for Peace y que fue publicado por Foreign Policy, México, pese a descender en el grado de alerta, aún se encuentra entre los países en riesgo de convertirse en estado fallido, al ubicarse en el número 98 de una lista de 178 países analizados.
México es ubicado como un “estado de advertencia” con 73.6 puntos, según la metodología con la que son jerarquizadas las naciones en el ránking.
Un estado que está fallando tiene varias características. Una de las más comunes es la pérdida de control físico de su territorio o un monopolio en la fuerza legítima. Otras incluyen la erosión de la autoridad legítima para tomar decisiones colectivas, una incapacidad de proveer servicios públicos razonables y la incapacidad de interactuar con otros estados como un miembro de la comunidad internacional.
Los 12 indicadores que maneja el índice se dividen en dos grupos principales: Indicadores sociales y económicos e Indicadores políticos y militares. Dentro de estos se analiza una amplia gama de factores de riesgo de los estados fallidos como la corrupción y los comportamientos criminales, incapacidad para recaudar impuestos, dislocación involuntaria de la sociedad, caída en la economía, derechos humanos, desigualdad, persecución institucionalizada o discriminación, presiones demográficas severas, fuga de cerebros y decadencia en el medio ambiente.
La evaluación de los 12 indicadores depende de una escala que oscila entre uno y 10 puntos; uno es la puntuación más estable y 10 la que señala a los países que están en mayor riesgo.
Dentro de los indicadores que señala el estudio para calificar a México, los dos peores resultados son, al igual que en el índice 2011, desigualdad en el desarrollo económico y aparatos de seguridad débiles; esto, a pesar de recibir una mejor puntuación frente al año pasado, bajando de 7.7 a 7.5 en desigualdad económica y pasando de 7.9 a 7.7 en materia de aparatos de seguridad.
Los indicadores en los que el país recibe una peor puntuación respecto al año pasado son: deterioro progresivo de servicios públicos y violación a derechos humanos y Estado de derecho.
Por otra parte, el apartado en el que sale mejor librado México, es en materia de refugiados y desplazados internos, con una puntuación de 4.2.
Otros países latinoamericanos figuran en la lista: Colombia, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Guatemala, Honduras y Venezuela se encuentran más cerca que México de convertirse en un estado fallido, mientras que Perú, Cuba, Paraguay, Belice, y Brasil se encuentran por encima de éste, aunque aún conservando el ránking de “estado de advertencia”.
El único país latinoamericano que alcanzó el título de “estado fallido” es Haití, a quien el fondo otorgó una puntuación de 104.9 puntos, colocándolo en el número siete de la lista, junto con los otros nueve peores estados fallidos: República Centroafricana (10), Irak (9), Yemen (8), Afganistán (6), Zimbabwe (5), Chad (4), República del Sur de Sudán y Sudán (3), República Democrática del Congo (2) y Somalia (1).
Ve el ránking completo aquí.