El diario británico The Guardian publica hoy que diplomáticos estadounidenses expresaron su preocupación de que el favorito en las elecciones presidenciales de México, Enrique Peña Nieto, pague por una cobertura televisiva favorable que data desde 2009, según cables del Departamento de Estado publicados por WikiLeaks.
Un cable, escrito poco después de que funcionarios de la embajada de Estados Unidos fueran llevados a una gira por el Estado de México, cuando era gobernador Peña Nieto, señala: “Es un hecho ampliamente aceptado, por ejemplo, que el monopolio de la televisión Televisa respalda al gobernador y le proporciona una extraordinaria cantidad de tiempo de emisión y otros tipos de cobertura “. El documento, que data de septiembre de 2009, se tituló: “Una mirada al estado de México, al estilo Potemkin”, asegura The Guardian.
Otro cable desde el inicio de ese mismo año hace hincapié en la importancia que el entonces gobernador Peña Nieto le estaba dando a asegurar convincentes victorias electorales del Partido Revolucionario Institucional en su estado en las próximas elecciones de medio término del Congreso que de verano.
Peña Nieto, dice el cable, “ha puesto en marcha importantes proyectos de obras públicas en las zonas seleccionadas por los votos, y los analistas y los dirigentes priistas por igual han expresado en repetidas ocasiones a los funcionarios políticos de Estados Unidos su creencia de que él está pagando a los medios de comunicación el segmento de noticias favorables, así como potencialmente el financiamiento de los encuestadores para influir en los resultados de la misma”.
Los cables filtrados de la embajada de EU en México contienen las frecuentes menciones que Televisa, y TV Azteca, ejercen sobre la élite política del país. Las dos redes de control en torno al 90% de los canales gratuitos.
Algunos legisladores hicieron adoptar una postura después de que el proyecto de ley fue aprobado y un desafío legal fue montado finalmente en la Corte Suprema de Justicia, donde las partes más polémicas fueron declaradas inconstitucionales.
En lo que parecía ser una forma de venganza por la élite política en las redes, la recién elegida asamblea legislativa aprobó una reforma electoral en 2007 que prohibió la propaganda política pagada durante los periodos electorales y restringido que fuera de ellos, reporta el diario británico.
Esto, sin embargo, no estaba cumpliendo con su objetivo de liberar a la política de la presión de los medios de comunicación, de acuerdo con un cable de Wikileaks fechado en junio de 2009.
“En cualquier caso, los partidos y candidatos están bordeando las restricciones”, dice el cable. “Los periodistas y sus jefes han sido más o menos libertad para dedicarse a la hora larga tradición electoral mexicano de vender impresión favorable y la cobertura de difusión a los candidatos y partidos”, termina la nota del rotativo inglés.
Lee la nota original en The Guardian.