La Jornada publica hoy que la economía española está al borde del colapso. El mercado bursátil vivió una de sus peores jornadas, al perder 2.5% el índice de referencia, el Ibex 35, y situarse en 6 mil 831 puntos, al nivel de los peores meses de 2009 y en pleno auge de la crisis financiera internacional. La huída del capital especulativo, tanto foráneo como nacional, se debió a dos factores: la crisis del sistema bancario, cuya credibilidad y futuro inmediato está en tela de juicio ante la masiva intoxicación de productos derivados del sector de la construcción, y a los malos datos macroeconómicos: la recesión de 0.3% del primer trimestre del año, el aumento del desempleo, con 5.6 millones de personas, y la fuga de capital extranjero, que desde enero se elevó a 60 mil millones de euros.
La llegada al poder de la derecha española y de su líder, Mariano Rajoy, no ha devuelto la estabilidad a la economía. Por el contrario, desde enero pasado se suceden las malas noticias y lo que ya suponía un panorama desastroso y con escasas perspectivas de mejora, ha empeorado a ritmo acelerado. Es uno de los momentos más delicados desde el inicio de la crisis y nunca como ahora se hace más probable una eventual intervención por parte del Banco Central Europeo (BCE), que tiene muchas dudas sobre la credibilidad y la base del sistema bancario español, incluidas las grandes entidades financieras, como Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y Banco Santander, pero también las cajas de ahorro regionales, que en décadas recientes han participado en corrupción política y empresarial que rodeó la burbuja inmobiliaria.
Uno de los orígenes de esta nueva crisis en el mercado bursátil se remonta al pasado lunes, cuando la agencia estadunidense Standard & Poors rebajó la nota a todos los bancos españoles, que se enfrentan a un futuro inmediato de recesión interna y plagados de productos tóxicos procedentes de la crisis en los sectores de la construcción e inmobiliario. La reacción de los mercados a esta nueva nota de la agencia calificadora se conoció hasta hoy, ya que el mercado bursátil cerró ayer por el Día del Trabajo, y ha sido peor de lo esperado, con un desplome generalizado de las empresas de referencia que hicieron perder al índice Ibex 35 un 2.5%, que se ubicó en los niveles de 2009, con 6 mil 831 puntos.
Lea la nota completa en La Jornada.