Reforma publica que el 60% de los reos de nuevo ingreso llega a los penales del Distrito Federal, según cifras del Tribunal Superior de Justicia capitalino, sin haber sido sentenciado, en lo que se conoce como prisión preventiva.
Este fenómeno ha crecido en los últimos 10 años por el endurecimiento de las leyes y la cultura punitiva, indicó David Ordaz, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).
“La prisión preventiva tiene sustento y legitimidad por cuestiones culturales: es del agrado de la sociedad, es una forma de tranquilizar a las víctimas y a la comunidad sin importar, en muchos de los casos, las consecuencias negativas en un individuo que no sabemos si es responsable de lo que se le acusa”, explicó.
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