La Jornada publica hoy que hace 20 años el gobierno federal puso en marcha el sistema carcelario de máxima seguridad, en el cual se mantiene al interno 14 horas diarias en su celda y sólo se permite una hora de sol. Hasta 2006 eran cuatro las prisiones de ese tipo y en ellas había 3 mil internos. La nueva estrategia endurece más las condiciones de internamiento.
Para agosto de 2012, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal tiene programado custodiar a 48 mil 66 reos en 22 prisiones, en las cuales habrá mil 350 celdas de supermáximaseguridad, en las que los reos estarán confinados un máximo de ocho meses; posteriormente serán evaluados para cambiarlos al nivel de máxima seguridad. En el nivel de supermáximaseguridad las celdas individuales son acolchonadas para evitar suicidios. Los reos pasan ahí 23 horas. No hay ventilación ni ventanas; serán observados por los custodios a través de mirillas, y su comida se les pasará por una compuerta. Tendrán derecho a una hora de sol, pero deberán salir de sus celdas esposados de pies y manos.
Se prevé que con ese nuevo sistema penitenciario se sacará de prisiones estatales a más de 25 mil reclusos que cometieron delitos del fuero federal, contra la salud, pornarcomenudeo, por burrear (trasladar droga), por violaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos y por operaciones con recursos de procedencia ilícita. El proyecto incluye también a personas que producen o distribuyen piratería, consumidores de drogas que fueron detenidos con enervantes en cantidades superiores a las permitidas en la Ley General de Salud, defraudadores y lavadores de dinero, puestos a disposición del Ministerio Público Federal.
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