La Jornada publica hoy que amurallados con rejas, cadenas, candados, púas de acero, alarmas y guardias de seguridad, las iglesias y templos de diversos cultos ubicados en Monterrey, Nuevo León, han tenido que reducir sus servicios religiosos y eliminar las misas nocturnas y ejercicios espirituales, a causa de la ola de asaltos que afecta estos recintos sagrados
. ¡Hínquense, pónganse a rezar!
, les dijo a los fieles de la iglesia de Dios Séptimo Día Templo Zabulón, un hombre con el rostro descubierto que portaba un arma tipo escuadra, quien iba acompañado por tres sujetos. Otro añadió: Pongan sus bolsas, carteras, joyas y celulares en las bancas
. El atraco duró 20 minutos; además de las pertenencias de 25 devotos se llevaron una computadora portátil.
En un mes, media docena de iglesias y templos han sido asaltados, sin que las autoridades hayan detenido a los ladrones. La ola de violencia, que ha provocado 441 asesinatos en lo que va del año y el incremento indiscriminado de robos, ha modificado la rutina de los cultos y las costumbres de los feligreses de todas las religiones. Es como estar en medio de la guerra
, dice el sacerdote Raúl Rodríguez Villarreal, párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, en la colonia Moderna. Y hay una escalada de asaltos en lugares donde hay gente reunida: velorios, fiestas infantiles, restaurantes, tiendas… las iglesias las habían respetado, pero ya no, por desgracia
.
El cura camina por las calles que rodean la parroquia a su cargo. La emblemática colonia Moderna es ahora territorio en disputa entre grupos del crimen organizado. Aquí las balaceras, asesinatos y robos son cotidianos. En los meses recientes han acribillado a más de 20 jóvenes a plena luz del día. La droga y las armas recorren este barrio obrero, que antes era una zona popular muy visitada por sus mercados. Hace unos meses, los vecinos se encontraron con una escena macabra: restos humanos fueron esparcidos por las calles. A pesar de la batalla había un código que parecía respetar la casa de Dios
, pero hace unos días todo cambió: nos robaron en la madrugada; entraron por el domo. En la última semana han robado en cuatro templos
, dice el padre Raúl.
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