A dos semanas de la masacre de 45 reos en el penal de Apodaca y la fuga de 29, las autoridades de Nuevo León reforzaron la puerta principal con barreras de concreto de 1.10 metros de alto en zig-zag, como parapeto para los policías que resguardan la prisión.
Además, se reforzó la seguridad del penal de Apodaca con más elementos policiacos de la fuerza civil y elementos estatales.
En los carriles de ingreso y salida de vehículos, se instalaron cuatro muretes más como obstáculos, con el objetivo de disminuir la velocidad.
Según Reforma, los familiares de los internos del penal de Apodaca están inconformes por el cateo que realizó la Policía Federal y la fuerza civil, que quitaron radios y televisiones a los reos.
Con información de Milenio.