Más mujeres que hombres se oponen al aborto y piden penalizarlo
Casi la mitad de las mexicanas (44.9%) entre 18 y 29 años pide permiso a su esposo, pareja o un familiar para salir de noche, mientras que el 33.3% lo hace para salir de día. Seis de cada 10 en la misma edad espera autorización o avisa cuando hará un gasto cotidiano. Para ver a un familiar o a un amigo, ocho de cada 10 caen en la misma práctica.
Aunque la subvaloración que la mujer hace de sí misma no sea un acto discriminatorio en estricto sentido (éstos sólo ocurren cuando una persona domina los derechos de otra), los prejuicios generan prácticas discriminatorias. Las consecuencias son una sociedad donde la mayor parte de las víctimas de violencia intrafamiliar son mujeres. Lo mismo ocurre cuando se habla de exclusión educativa, desempleo, trata de personas, explotación sexual e, incluso, de las crisis económicas.
Este retrato de las mexicanas se desprende de los resultados sobre mujeres que arrojó la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010, levantada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred). En conjunto con el Instituto Nacional de las Mujeres, el Consejo presenta hoy las cifras más importantes de ese estudio.
“La Enadis 2010 ofrece un panorama desalentador sobre las situación de los derechos de las mujeres (…) pues da cuenta de que en la sociedad mexicana aún se tiene una percepción excluyente y discriminatoria hacia ellas”, afirma la socióloga Estela Serret Bravo, quien participó en la reflexión sobre los datos de la encuesta. No obstante lo gris del panorama, considera que el primer paso para resolver un problema social es “identificarlo y reconocer sus alcances”.
La falta de autonomía de las mexicanas en la vida cotidiana cambia de rostro según la actividad. Mientras que para salir de día o de noche y gastar dinero piden permiso o avisan, no ocurre lo mismo cuando deciden por quién votar (70.3% no hace ninguna de esas cosas), usar anticonceptivos (53.9%) o participar en actividades relacionadas con su comunidad (39.8%).
Doble jornada, falta de seguridad social, analfabetismo…
Apenas una de cada cinco mexicanas percibe que en los hogares donde la mujer trabaja, el cuidado de la casa se distribuye con la pareja de manera equitativa. Seis de cada 10 creen que a pesar de que están incorporadas al mercado laboral, la responsabilidad del hogar recae sobre ellas.
“Estos datos ratifican la sobrecarga de trabajo de las mujeres con la llamada ‘doble jornada”, apunta la encuesta. Y si en el hogar hay iniquidad, en los centros de trabajo, la situación es similar.
Hay ocho millones más de mujeres trabajadoras, que de hombres trabajadores, sin seguridad social. Hay 2.5 millones más de mujeres en pobreza, que de hombres en pobreza, y de las mujeres en edad productiva, sólo 51% obtiene ingresos, comparado con 81% en el caso de los hombres, según datos del presidente del Conapred, Ricardo Bucio Mújica.
“México se construyó a partir de decisiones tomadas por varones, lo que dio como resultado que, con o sin intención, tengamos un país pensado para hombres en los ámbitos educativo, económico, religioso, social y político”.
Para paliar esta desigualdad, acota Bucio, en la última década se han establecido leyes para crear institutos de las mujeres, eliminar la violencia y prevenir la discriminación, aunque es consciente de que el problema continúa.
Desempleo, inseguridad y abuso, los principales problemas
El 24% de las mexicanas considera que los principales problemas para el género son el desempleo y aquellos relacionados con la economía. Le siguen la delincuencia y la inseguridad, con 14.9%, y después el abuso, el acoso, el maltrato y la violencia, con 11.4% .
Cinco de cada 10 está de acuerdo con la frase “en México no se respetan los derechos de las mujeres” y la misma proporción cree que la sociedad no las ayuda porque no conocen sus problemas.
En cuanto al derecho a interrumpir un embarazo, las mexicanas se muestran conservadoras. 60% de ellas está en desacuerdo con el aborto en algún grado, mientras que el porcentaje de hombres es de 57%.
Imponer o no un castigo a una mujer que aborte divide las decisiones tanto de hombres como de mujeres, como se observa en la siguiente gráfica.
Para el presidente del Conapred, Ricardo Bucio, los retratos de la mujer y su problemática que arroja la Enadis, interpela a la sociedad en los ámbitos público y privado. “Es un espejo para reflejarnos en lo individual y en lo colectivo a partir de un ángulo que nos ayuda a mirar la discriminación en la vida cotidiana y en la institucional”.
A pesar que la igualdad esté reconocida por ley, no es suficiente, agrega Bucio, pues hace falta modificar, con ayuda de instituciones, sociedad y partidos políticos, los prejuicios aprendidos y las percepciones negativas.
