La deuda de las entidades federativas no representa un riesgo para la economía ni para el sistema financiero mexicano, a pesar del incremento que ha registrado en los últimos años, sostuvo la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la SHCP, Carlos Alberto Garza Ibarra, descartó además que exista la necesidad de rescatar a los estados que presentan “focos rojos o amarillos” en el saldo de su deuda, porque ésta es “totalmente manejable”.
En su opinión, Coahuila es un ejemplo de cómo los propios estados pueden solucionar sus problemas de endeudamiento, pues ya ha llevado a cabo una reestructura de su deuda, la cual representaba más de 350 por ciento de sus participaciones federales al cierre de 2011.
Señaló que al cierre del año pasado, la deuda de las entidades federativas arrojó un saldo de 390 mil 777 millones de pesos, 24 por ciento superior al registrado en 2010, de acuerdo con información que es validada por los propios estados.
Esto representó el 2.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de los estados, cifra mayor al 2.5 por ciento en 2010, pero “no es propiamente un saldo que genere un riesgo en el sistema económico mexicano, y menos en el sistema financiero”, indicó Garza Ibarra en entrevista con Notimex.
Respecto a las participaciones federales que la SHCP paga cada mes a los estados a través de la Tesorería de la Federación, dijo, el saldo de la deuda representó el 79.2 por ciento, también superior al 72 por ciento en 2010.
Garza Ibarra precisó que estos datos no son un tema de preocupación, “pero sí estamos ocupándonos, sí estamos tomando atención en los estados que están por arriba de estos parámetros, donde encontramos a varios, y entonces en ellos hay que estar un poco más atento de cómo se desenvuelve el saldo de dicha deuda”, agregó.
Mencionó que los estados cuya deuda puede considerarse como un “foco rojo o amarillo”, porque su saldo supera el 100 por ciento de las participaciones son: Coahuila, Quintana Roo, Nuevo León, Nayarit, Michoacán, Zacatecas, Chihuahua y Veracruz.
El titular de la Unidad de Coordinación con Entidades Federativas de la SHCP precisó que la decisión de endeudarse es responsabilidad y atribución de cada estado, con el aval del ejecutivo y el legislativo estatales, con base en lo que diga su propia constitución y las leyes en materia de deuda, administración financiera o endeudamiento.
Aclaró que la Secretaría de Hacienda sólo tiene a su cargo el registro del saldo de endeudamiento de las entidades federativas para cuestiones de control, de acuerdo con la información que es validada por los propios gobiernos locales.
“Como secretaría y gobierno federal siempre hemos manifestado el respeto a esa libertad y soberanía, pero eso no significa que no estemos en comunicación con los estados para entender la situación de las finanzas de los estados y de una u otra forma poder coadyuvar a tener finanzas mucho mas ordenadas”, expuso.
Explicó que cuando un estado tiene un saldo importante en su deuda, ya tiene comprometidos sus ingresos y enfrenta una situación económica más complicada para reaccionar ante alguna eventualidad, como puede ser un desastre natural.
Además, dijo, cuando un estado presenta complicaciones financieras se refleja en poca inversión local, lo cual tiene un impacto a nivel económico o social, como ya se aprecia en tres a cuatro entidades en esta situación.
En contraste, destacó el funcionario de la Secretaría de Hacienda, una entidad con bajo saldo de endeudamiento, tiene mayor capacidad para contratar mayor financiamiento y para poder reaccionar ante cualquier eventualidad.
“Si utilizamos el financiamiento como una herramienta para el desarrollo, si utilizamos el financiamiento como un elemento clave para que los estados puedan ir mejorando en temas de infraestructura, pobreza y todo aquello, definitivamente ahí hay un alto potencial”, subrayó.
Notimex