Los tres aspirantes panistas a la Presidencia alzaron los brazos, juntos uno del otro, con los dedos entrelazados en señal de unidad al final de la contienda en la que ganó Josefina Vázquez Mota. No obstante, mientras estuvieron abiertas las urnas hubo irregularidades como las ubicadas en el Estado de México y en Veracruz.
“Somos un solo equipo, el mejor para refrendar la Presidencia”, dijo Vázquez Mota respecto de sus adversarios, Ernesto Cordero y Santiago Creel a quienes incluso los llamó “mis amigos”.
Y “políticos ejemplares”. Pero más allá de las palabras, Animal Político recogió dos historias sobre presuntas irregularidades en pueblos alejados de la Ciudad de México que fueron conocidas por el equipo de Vázquez Mota.
En Atlacomulco, vales por votos
A la familia de Rubén López le ofrecieron mil 750 pesos para votar a favor de Ernesto Cordero. Originario del pueblo de San Bartolo Lanzados, municipio de Atlacomulco, Estado de México, hace un par de semanas dos jóvenes llegaron hasta su casa para ofrecerle dinero a cambio de que votaran a favor del ex Secretario de Haciendaen la elección interna del Partido Acción Nacional (PAN).
En suma, le entregarían 250 pesos por cada integrante de la familia que votara a favor de Cordero, así que su esposa, nuera y cuatro hijos, todos miembros adherentes del PAN desde diciembre de 2009, no la pensaron mucho cuando aquellas personas les entregaron las tarjetas de presentación con la foto del precandidato que, una vez emitido el voto, cambiarían por dinero.
Vendedor de globos con gas y sin un sueldo fijo, Rubén juntó a su familia desde muy temprano y entre todos cooperaron para el pasaje del camión que los llevaría hasta la sede del PAN en Atlacomulco, lugar donde acordaron reunirse con los jóvenes que prometieron pagarles el voto.
Poco después de la 10 de la mañana, los López llegaron hasta la sede del PAN. Una vez ahí, lo primero que hicieron fue buscar a Iván y Raúl Mendoza, las personas que prometieron pagarles, pero no los encontraron. Preguntaron por ellos a conocidos y desconocidos pero nadie los había visto. Después, Rubén se enteraría por un mensaje telefónico enviado desde el celular de uno de los jóvenes, que habían tenido una discusión con la persona que manejaba los recursos, así que no habría paga para ellos.
Desilusionado y sin un solo peso para regresar en camión a su pueblo, Rubén y sus hijos quisieron negociar el voto con los coordinadores de campaña de Josefina Vázquez Mota.
“Nos pidieron un apoyo económico, pero les dijimos que no podíamos hacer eso”, comenta Hortencia Miranda, miembro adherente del PAN y promotora del voto a favor de Vázquez Mota, quien finalmente convenció a los López de que lo mejor era entregar las tarjetas que les habían dado y denunciar los hechos.
La promesa de pagar por los votos a favor de Ernesto Cordero no fue la única irregularidad detectada durante la contienda interna de Acción Nacional que en el caso de Atlacomulco inició a las 10 de la mañana y finalizó a las 4 de la tarde. El presidente del PAN municipal, Bartolo Hernández Fabela, lamentó que un grupo de panistas estuvieran ofreciendo tamales y atole en las inmediaciones del edifico del partido a las personas que llegaron desde muy temprano a votar.
No sólo eso. También detectaron que una señora con varios años de militar en el PAN estaba recogiendo las credenciales de elector a un grupo de panistas adherentes que ella misma trasladaba.
“Pensamos que fue por parte de los coordinadores de Ernesto Cordero. No sabemos hasta el momento si era para coaccionar el voto, pero la verdad eso no está nada bien”, dijo Hernández.
En Atlacomulco, Josefina Vázquez Mota ganó la contienda por 225 votos contra 111 de Ernesto Cordero y 14 de Santiago Creel, mientras que en los municipios aledaños, como El Oro, Acambay, Aculco, Jocotitlán, Temascalcingo, la ganadora fue la ex diputada panista con una amplia ventaja de 2 a 1.
Nada sabían de Cordero, pero era su gallo…
Gabino Francisco es un hombre ya grande, más de 60 años, que sin mucho convencimiento entrega su credencial de elector al presidente de la casilla panista instalada en Papantla, Veracruz, con la intención de emitir su voto en el proceso interno del PAN para elegir a su candidato presidencial. Luego de que su credencial es cotejada con la lista de militantes autorizados para sufragar, el anciano recibe una negativa.
– ¿Por qué no pudo votar, don Gabino? –se le inquiere, cuando obtiene de vuelta su credencial del IFE.
– Pues, me imagino que porque, como apenas voy a participar en el PAN, pues quizá por eso no aparezco en la lista…
– ¿Cuándo se registró usted como militante?
– Pues no me he registrado todavía, ¿con usted me apunto?
– No –se le aclara–, tendría que haberse registrado desde mediados del año pasado, ¿no le dijeron eso cuando le pidieron asistir a esta elección?
Don Gabino medita su respuesta.
– No, no me dijeron…
– ¿Por quién hubiera usted votado, de haber podido?
– Pues no sé –responde, no muy convencido, aunque luego rectifica–: pero hubiera apoyado a Cordero… porque es joven… necesitamos ver caras nuevas… mentalidad joven… mentes jóvenes… por eso.
– Y, ¿qué es lo que le atrae de Cordero?
– Bueno, mira, este… pues no sé. Pero yo pienso que en la política una persona no necesita ser muy político, no necesita ser muy conocido… simplemente que sea honesto, que sea de buen parecer, que le caiga bien al pueblo. Cordero es un gran político que viene de de ocupar puestos y más puestos, sin que lo conozcan… pues hasta ahí nada más… Él me simpatiza…
Don Gabino no es el único anciano que no logra votar, en total, señala Martín Rizo, coordinador regional del equipo de Cordero y ex aclade de Papantla.
“Tenemos aquí los nombres de todos los militantes a los que les han negado el derecho a votar –afirma, molesto–, han sido cerca de 20, y quiero pensar que es algo casual, pero vamos a solicitarle al Comité Nacional que nos aclare esa situación, que nos diga por qué faltan nombres en la lista de militantes.”
Ese caso es también el de Don Miguel, un anciano de marcados rasgos indígenas, quien luego de que su nombre no apareciera en la lista de militantes con posibilidades de votar, da media vuelta y se aleja de la casilla.
– Pero si estoy registrado, sí… yo soy militante.
– ¿Desde cuándo está usted registrado en el padrón panista?
– Uh, tengo años, dicen que no estoy, aunque yo siempre he apoyado.
– ¿Y a quién le hubiera dado su apoyo, de haber podido votar?
– A Cordero –responde, en automático–, yo ya soy un hombre de edad… y ellos fueron… y pues ya.
Don Miguel responde con temor a la grabadora y mira a todos lados mientras responde, preocupado de ser visto cuando acepta ser entrevistado.
– ¿A quiénes se refiere cuando dice “ellos fueron”? –se le pide precisar, pero don Miguel decide dar por concluida la charla, da las gracias con un apretón de manos y continúa su camino.
No es el único con quien hablar, sin embargo, ya que detrás de él han quedado don León y su esposa, una pareja de más de 80 años, que apenas logran balbucear algunas palabras, impedidos ya por la edad.
– Don León, ¿fue muy difícil llegar hasta la casilla, nada más para regresarse sin haber votado?
– Venimos de la colonia Miguel Hidalgo… ni modo.
Una mujer de 40 años, sin embargo, interrumpe la conversación, cuando al anciano se le pregunta a cuál de los aspirantes planeaba apoyar.
– ¡Dicen que el voto es secreto, okay! –espeta, tomando al anciano con una mano, y a su esposa con la otra–, así que aquí la dejamos.
La mujer sonríe, diplomática, y se lleva a la pareja, lo más rápido que sus lentos pasos le permiten.
El cuadro viene a cerrarlo Fabián, un joven de 22 años, robusto y animado, quien no se explica la razón de no haber podido votar, “si hasta tengo mi carnet del PAN”, comenta.
– ¿Desde cuándo eres militante?
– Siempre lo he sido, desde chiquito, toda mi familia es panista –responde–. No sabía que tenía que estar registrado, sólo me dijeron que tenía que venir a votar…
– ¿Quién te dijo?
– Pues… nadie… pero yo tengo derecho a votar… quería apoyar a Creel, él me gusta, él sabe lo que está pasando ahorita, los otros no tienen mucha experiencia.
– ¿Tú eres adherente o activo?
– No sé…
– ¿Me podrías enseñar tu carnet del PAN?
– No… nunca lo he tenido…
– Pero, hace un momento me dijiste que lo tenías, ¿o no?
– Creo que sí… bueno, no. Lo que pasa es que tengo dolor de cabeza.
Luego, como citando el poema de “El Cuervo”, de Edgar Allan Poe, Fabián corta de tajo la plática: “Sí –dice–, tengo dolor de cabeza… es eso y nada más”.
La casilla cierra, casi a las 17:00 horas, por los militantes que continuaban formados, aún después de que, formalmente, una hora antes concluyó el proceso.
“Gracias a Dios –se precia el profeso José Cruz, presidente del comité municipal del PAN en Papantla–, estamos rindiéndole buenas cuentas al partido y a México.”
– ¿Y la balacera en Zozocolo (que junto a Papantla conforman el distrito electoral federal 06), donde a las 14:30 horas un grupo de hombres armados disparó hacia la casilla y se robó las urnas, no le llamó la atención.”
– No sabía yo de ningún disturbio allá –remata–, simplemente diría que es lamentable que algunos panistas que, en un momento dado, hayan desbordado su pasión… pero, en lo personal, no me consta
El Comité Ejecutivo Estatal del PAN en Veracruz, el tercer estado con mayor militancia albiazul a nivel nacional, informó que de los 160 mil militantes adherentes y activos en condición de votar en este proceso, participaron 51 mil 323.
De éstos, 28 mil 327 dieron su apoyo a Josefina Vázquez Mota, contra 21 mil 435 en favor de Ernesto Cordero. En tercer lugar quedó Santiago Creel, con el respaldo de mil 560 militantes.