Muchos son los políticos en México que aspiran a un puesto de elección popular y, cuando no son electos, tienen que buscarse otra chamba. Hay otros tantos que, aunque pierdan, sus partidos siempre terminan por abrirles un espacio
No importan tanto las capacidades o el perfil para el cargo, sino el no quedarse sin trabajo en el siguiente trienio o sexenio.
Los años electorales, como este 2012, nos dan una muy buena idea de lo que estamos hablando, pues muchos de los precandidatos que en su momento lanzaban críticas a sus adversarios, y casi como en telenovela, se odiaban a muerte, luego de no ser los elegidos, se unen a su adversario como parte de su equipo de trabajo,o bien, reciben “premios de consolación”.
En un ejercicio de memoria, recordamos algunos casos recientes de políticos que no triunfaron en la búsqueda de una candidatura o un puesto de elección, pero seguro los veremos en otro puesto durante los siguientes tres o seis años.
En marzo de 2011, la pelea entre los priistas del Estado de México para ver quién se quedaría con la candidatura a la gubernatura de la entidad, estaba en su punto más crítico. El diputado Luis Videgaray sonaba como posible sucesor de Enrique Peña Nieto, mientras que el alcalde de Huixquilucan, Alfredo del Mazo era el otro que se veía fuerte.
Al final, el ganón fue el actual gobernador Eruviel Ávila, pero Luis Videgaray no se quedó sin puesto; ahora es el coordinador de campaña de Enrique Peña Nieto. Del Mazo aún es alcalde de Huixquilucan.
En la lucha por la candidatura de izquierda a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal había varios contendientes. Mario Delgado, Alejandra Barrales, Martí Batres, Carlos Navarrete, Joel Ortega y Gerardo Fernández Noroña. El electo fue el ahora ex procurador de justicia del DF Miguel Ángel Mancera, pero ninguno de los citados se quedó con las manos vacías
Martí Batres es ahora precandidato a jefe delegacional de Iztapalapa.
Alejandra Barrales es candidata a senadora perredista.
Mario Delgado busca ser senador por el PRD.
Joel Ortega, Fernández Noroña y Carlos Navarrete ahora son parte del equipo de Mancera. Si el ex procurador llega al GDF, quizá los veamos en un puesto dentro de su gobierno.
Pero no sólo en el PRI y el PRD se cuecen habas. Ahí les van algunas joyas del PAN:
Luis Felipe Bravo Mena, ex presidente nacional del PAN, ex embajador de México ante el Vaticano y ex secretario particular del Presidente, compitió sin mucho éxito por la gubernatura al Estado de México. Ahora busca ser senador del PAN.
María Luisa Calderón, hermana del Presidente, dijo que no buscaría otro puesto de elección popular si perdía la gubernatura de Michoacán; ahora también busca un escaño por su estado natal.
Javier Lozano, uno de los nombres que en su momento se manejó como presidenciable, se retiró de la contienda panista de 2011, y ahora es candidato a senador del PAN por Puebla, de donde es originario.
¿A alguien le suena el nombre de Adriana Dávila?
Esta panista buscaba ser gobernadora de Tlaxcala y luego de no ganar la elección, busca ser senadora por el PAN.
Mariana Gómez del Campo, quien buscaba la candidatura del PAN al gobierno capitalino, ahora busca un lugarcito en el senado.
En la misma situación están José Luis Luege Tamargo, titular de Conagua, y Gabriela Cuevas.
Beatriz Zavala quizá es un garbanzo de a libra. Diputada Federal de 1997 a 2000, diputada local de 2000 a 2003, de vuelta a la curul federal de 2003 a 2006, senadora por Yucatán, pidió licencia para ser titular de Sedesol del 1 de diciembre de 2006 (no pasó ni un día en el senado) al 13 de enero de 2008, y el 1 de febrero de 2008 reasumió como senadora.
En 2009, Zavala quiso ser alcalde de Mérida, pero no logró la candidatura de su partido y mejor se regresó al senado.