Acapulco fue alguna vez un lugar de ricos y famosos, sin embargo, hoy lucha por atraer visitantes, pues el turismo mexicano sufre de mala publicidad debido a la guerra contra las drogas que se lleva a cabo en el país, según la BBC.
Grandes cantidades de espectadores se han reunido en lo alto de La Quebrada, en Acapulco, desde los años 30 para observar a clavadistas profesionales tirarse de 40 metros a las aguas poco profundas de esta zona, sin embargo, desde 2009, el estallido de la epidemia por la influenza A H1N1, la pelea entre cárteles y la violencia que estalló en la región desde el año pasado, han provocado un declive en la asistencia de visitantes a La Quebrada.
Según la BBC, en un día normal, los lugareños esperarían 150 cruceros en temporada alta. Ahora esperan sólo dos, lo que implica tomar un segundo empleo para asegurar la subsistencia.
A pesar de las advertencias de EU para evitar viajar a diversos lugares del país por la actividad criminal y la violencia relacionada a las drogas, el gobierno de México afirma que sus destinos turísticos desfrutan de números récord de visitantes. Sin embargo, a decir de la BBC, Acapulco está casi desierto. Y agregan: “Su turismo se redujo a la mitad; la mayor parte en los últimos 18 meses.”
La violencia de las pandillas que venden droga alcanzó un punto álgido en agosto pasado, cuando 148 personas fueron asesinadas en la ciudad, llevando la cifra total a casi mil muertes en los primeros 8 meses de 2011. Como resultado, en octubre pasado, miles de tropas federales y la policía fueron desplegados para complementar las fuerzas locales, pero de acuerdo con la secretaria de turismo de Guerrero, Graciela Báez, esta medida fue tomada principalmente para reafirmar a los mexicanos que Acapulco se estaba volviendo seguro.
La gloria del pasado
En 1967, la revista Life calificó a Acapulco como el mejor destino de lujo. Además, la ciudad se convirtió en el lugar para preferido para numerosas estrellas de Hollywood, incluyendo a Frank Sinatra, Bob Hope y Elizabeth Taylor.
Tony Rullan, a quien la prensa inventó un affaire con Elizabeth Taylor, ha estado en el negocio de la legendaria vida nocturna de Acapulco por 40 años. Pero hace nueve meses, el Palladium -uno de sus dos clubes construido por 10 millones de dólaresy que tiene 120 empleados- reducirá sus noches abiertas de seis a sólo dos debido a sus problemas con la violencia.
Acapulco contrasta con el resto del país, el cual, según el gobierno federal, disfruta de números récord de visitantes extranjeros, pues los turistas nacionales y extranjeros aumentaron 2% en 2011 en comparación con 2008, previo al brote de influenza.
Otra razón por la que los turistas han estado lejos de Acapulco es que no se prepararon para la competencia que representaron otros destinos, muchos de ellos dentro de México.