Investigación por espionaje a diputados comenzó la semana pasada
“Seguridad edificio F”, señala una calcomanía rosa pegada en una de las puertas de vidrio de la Presidencia del Congreso de la Unión, que desde el pasado jueves 20 de enero fue colocada por personal de seguridad y los encargados de dar mantenimiento a los teléfonos en la Cámara de Diputados.
A poco menos de 15 metros de ahí, en el pasillo que divide las oficinas de la presidencia y la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, otro sello –naranja- fue colocado en una puerta de madera donde se encuentran los cables que forman parte del enmarañado telefónico del segundo piso de los edificios A y F del Congreso de la Unión y que, según una denuncia penal presentada este martes ante la Procuraduría General de la República (PGR), podría estar intervenido para escuchar ilegalmente las conversaciones que sostienen los diputados.
En suma, son cinco puertas clausuradas en estos dos edificios y otras cinco que presentan estos mismos sellos, pero rotos. En esta última situación se encuentra la sala de juntas donde sesiona la Jucopo.
“Hay elementos suficientes para pensar que era una práctica generalizada”, aseguró el nuevo presidente de la Cámara de Diputados, el perredista Guadalupe Acosta, quien explicó que un “protocolo de rutina” solicitado al personal administrativo del Congreso arrojó que tanto la presidencia a su cargo, la Jucopo y otras oficinas, eran intervenidas.
Según Acosta, en esta revisión encontraron elementos “fuertes” y “robustos” de que se estaban escuchando y grabando conversaciones telefónicas de los diputados de las diferentes fuerzas políticas que integran la Cámara, de ahí que se procediera a interponer una denuncia penal ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales de la PGR.
Desde el jueves colocaron sellos
Empleados de mantenimiento de la Cámara de Diputados –quienes solicitaron el anonimato-, informaron a Animal Político que desde el jueves 19 de enero personal que labora en el área de telecomunicaciones comenzó la revisión de todas las puertas de los edificios A y F, donde se encuentran resguardados los cables telefónicos del Congreso de la Unión.
Lo hicieron obedeciendo órdenes de los encargados de la seguridad, quienes según los empleados consultados, son los únicos que tienen llaves para abrir las puertas. Una vez revisados, comenzaron a colocar los sellos de colores, sin embargo, entre el lunes y martes, comenzaron a romper los sellos de al menos cinco de ellas.
La mayoría de las calcomanías fueron colocadas en el sótano del edificio A, el cual alberga las oficinas de las direcciones de comunicación social del PRD, PT, Convergencia y Verde Ecologista. Además, ahí se encuentra la oficina de “Telefonía” del Congreso o conmutador general. En esa puerta, se pegaron cuatro sellos, los dos primeros con claras señas de haber sido rotos.
En ese edificio se encuentra también el salón de plenos de la Cámara –donde sesionan los diputados-, así como la sala de prensa y la dirección de comunicación social del Congreso.
En el segundo piso del edificio F, desde donde despachan el Presidente del Congreso, varios vicecoordinadores parlamentarios, la Jucopo y diputados del PAN y el PRI, se colocaron otros tres sellos, dos de los cuales siguen intactos. Sólo el de la sala de juntas de la Jucopo fue violado.
Siempre es posible intervenir: Especialista
Maestro en Ciencias en Ingeniería Eléctrica y profesor investigador del Instituto Politécnico Nacional, Rubén Vázquez Medina, entrevistado por Animal Político sobre la seguridad en los sistemas de comunicaciones, señaló que en la inseguridad de un sistema contribuyen diferentes factores, ya sea tecnológicos, humanos o de procedimiento, y que en esa cadena el eslabón más débil es el humano.
Autor del libro Sistemas de Telefonía Celular Digital y especialista en seguridad de la información, es de los que piensa que el acceso no autorizado a los sistemas de comunicaciones, en la actualidad, resulta muy complicado debido a que las organizaciones han fortalecido sus planes, programas e infraestructura de seguridad. Sin embargo, cuando una persona desea ingresar a un sistema de forma no autorizada, si se combinan el momento de oportunidad, la motivación, un tiempo suficiente y los recursos tecnológicos adecuados, su acción intrusiva podría tener éxito.
Por lo pronto, será la PGR quien investigue la denuncia presentada por la presidencia de la Cámara de Diputados. De acuerdo con el Código Penal Federal, el delito en el que podrían incurrir él o los responsables de estos hechos, es el ataque a las vías de comunicación, que se castiga con uno a cinco años de prisión y de 100 a mil días de multa.
