Desde que el presidente Felipe Calderón comenzó la guerra contra el narcotráfico en 2006, México ha registrado –junto con Guatemala- el mayor deterioro de Latinoamérica en el Índice de la Paz Mundial (Global Peace Index, GPI), debido al incremento de la violencia relacionada con el narcotráfico, durante la cual han muerto más de 12 mil personas en 2010 y, en total, más de 30 mil desde que comenzó su sexenio.
Un nuevo cómputo realizado por el Semanario Zeta, de Tijuana, Baja California, da cuenta que el número de muertos en o en consecuencia de la guerra de Calderón contra el narcotráfico desde el 11 de diciembre de 2006 suma ya 60 mil 420.
Cada año, el Instituto de Economía y Paz (Institute for Economics and Peace) realiza una medición de las condiciones de paz en las que viven algunos países del mundo.
En 2011, la medición del Índice de Paz Global contempló a 153 países, donde el número 1 –Islandia- se coronó como el país más pacífico del mundo y el 153 –Somalia- como el menos.
¿Y México, en qué lugar quedó? En el 121, lo que significa que naciones latinoamericanas como Argentina, Brasil y Chile son más pacíficos que nuestro país, el cual sólo está por arriba de Venezuela, Guatemala y Colombia, en la misma región.
El Instituto de Economía y Paz define el concepto de paz como “la ausencia de guerra o conflicto”. Aplicado en un país, esto significa que son pacíficos aquellos que no están envueltos en conflictos violentos con naciones vecinas ni sufren guerras internas.
El Índice de Paz Global está conformado por 23 indicadores, los cuales están divididos en tres categorías: conflictos internacionales o domésticos; seguridad y protección en la sociedad y militarización.
Beneficios económicos de ser un país pacífico
“Si el mundo hubiera sido un 25% más pacífico en el último año, la economía mundial habría cosechado un beneficio económico adicional de poco más de 2 mil millones de dólares. Esta cantidad hubiera abonado 2% al Producto Interno Bruto (PIB) mundial y se pudieron haber utilizado para evitar peores efectos del cambio climático, cubrir el costo de alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, eliminar la deuda pública de Grecia, Portugal e Irlanda, y enfrentar los costos de la reconstrucción del desastre natural más costoso en la historia, el terremoto y tsunami en Japón”, dice el Instituto de Economía y Paz.