Un grupo armado mató a un empleado municipal que también escribía para un pequeño semanario llamado “La última palabra” en la ciudad de Cadereyta, Nuevo León, anunciaron el domingo las autoridades.
Cadereyta se encuentra cerca de la ciudad de Monterrey, la tercera más grande del país. Monterrey y las áreas colindantes en el estado de Nuevo León se han visto plagadas de violencia relacionada con el narcotráfico.
Un portavoz estatal que no estaba autorizado a dar su nombre dijo que la víctima, Raúl Garza Quirino, manejaba un auto nuevo cuando le dispararon el viernes por la noche y que los sicarios quizá lo confundieron con un rival o querían el auto.
Herido, o quizá ya muerto, la víctima estrelló el vehículo frente a un taller de autos propiedad de familiares.
Garza Quirino trabajaba en la Secretaría de Desarrollo Social de la ciudad de Cadereyta.
La edición en línea del semanario no decía nada respecto de su muerte y nadie respondió los teléfonos el domingo en el medio de comunicación.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México dijo que nueve periodistas fueron muertos durante 2011, pero los grupos de prensa difieren en cuanto a la definición de periodista en las cifras de homicidios en México.
El Comité para Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, reportó que siete periodistas y un empleado de medios de comunicación fueron asesinados en México durante 2011, y que los motivos en la mitad de las muertes no eran claros.
AP