Reforma publica que la violencia del narcotráfico no sólo cobró más vidas en 2011 que en todos los años anteriores, sino que los sicarios cometieron sus crímenes con mayor saña y se propusieron exhibirlos en lugares públicos.
De acuerdo con un conteo de dicho periódico, el año pasado tuvieron lugar en México 12 mil 359 asesinatos relacionados con el crimen organizado, una cifra 6.3 por ciento superior a la de 2010.
Además, los sicarios hicieron gala de virulencia al decapitar a 595 de sus víctimas –206 más que el año antepasado– y realizar actos de tortura en mil 78 de los casos –176 más que en 2010.
Además, con el fin de generar un mayor impacto en la opinión pública, algunos grupos criminales optaron el año pasado por exhibir en lugares emblemáticos de importantes ciudades los cadáveres de supuestos rivales.
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