Le Monde publica hoy en su sitio en internet, un artículo en el que señala que el regreso del PRI a la Presidencia parece posible, que éste sería alentado por “la explosión de la violencia y el crecimiento de la desigualdad”
Según el diario parisino, los votantes están decepcionados con el PAN, que no ha cumplido sus promesas de cambio democrático en profundidad, tampoco una mayor transparencia en la gestión pública, ni una sociedad más igualitaria.
A decir de un politólogo entrevistado por Le Monde, “el fin del reinado del PRI desestabilizó el Estado central, aumentando los poderes de los gobernadores regionales y el crimen organizado, y la violencia explotó”
Aquí te dejamos la traducción de la nota de Le Monde
La próxima elección presidencial del 1 de julio de 2012 en México, revive los demonios del pasado. Los sondeos muestran actualmente una posible victoria del Partido Revolucionario Institucional, que gobernó en el pasado durante 71 años antes de su derrota en el año 2000. Su candidato, Enrique Peña Nieto, tiene más de 45% de las preferencias, contra sus principales adversarios, de Josefina Vázquez Mota, del PAN y Andrés Manuel López Obrador del PRD, con alrededor de 25% de las preferencias. El PRI se siente en camino de reconquistar el poder que perdió por dos sexenios con los presidentes conservadores del PAN, Vicente Fox y Felipe Calderón.
Heredero de la revolución, el PRI asumió el control del país en 1929, y logró el establecimiento de un régimen autoritario y el clientelismo que da paso a la corrupción. “El presidente ejerce el control social de las organizaciones de trabajadores y campesinos en particular, como parte de un sistema centralizado, piramidal y alineado al PRI”, dijo Ricardo Uvalle, un politólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la época pasada, de acuerdo a su candidato, Enrique Peña Nieto, había “una generación respetuosa de la democracia, en la que invirtió el partido”, insiste el exgobernador del Estado de México, de 45 años, quien asegura encarnar al “nuevo PRI”.
La guerra contra los cárteles
Su discurso de ruptura seduce a los votantes. Durante dos años, el PRI ganó la mayoría de los escaños parlamentarios y gobernadores de los estados. Héctor Moreno, un politólogo del Instituto Tecnológico de Monterrey señala, “los votantes están decepcionados del PAN, que no ha cumplido sus promesas de cambio democrático en profundidad, tampoco una mayor transparencia en la gestión pública, el fin del paternalismo ni mejorar el sistema educativo y la participación ciudadana en una sociedad más igualitaria.
Sin embargo, el corporativismo y la corrupción se mantienen a nivel estatal, mientras que la pobreza y la desigualdad han aumentado “. Y la inseguridad se ha incrementado desde que el presidente Calderón declaró en diciembre de 2006 la guerra contra los cárteles de la droga. “El fin del reinado del PRI desestabilizó al Estado central, aumentando los poderes de los gobernadores regionales y el crimen organizado, y la violencia explotó”, dijo Uvalle. La guerra de los cárteles entre sí y contra las fuerzas de seguridad mataron a más de 45 mil personas en los últimos cinco años.
“El PRI, mantiene una imagen de una estructura sólida, de un partido que puede garantizar el orden público y capaz de gobernar con firmeza”, dice Moreno. El partido mantiene “las mismas prácticas de compra de votos antes”, observa Uvalle, pero “la sociedad civil ha evolucionado y se requiere una mayor transparencia en la política”.
En caso de una victoria del PRI, la política exterior de México será inflexible. “Menos ideológico que el PAN, el PRI es un partido pragmático, capaz de mantener buenas relaciones con los EU y Cuba, y capaz también de mejorar las relaciones con Venezuela, Argentina y Brasil” , dijo Moreno.
Todavía hay muchos votantes indecisos – más del 20% en las encuestas – sin embargo eso podría cambiar. En 2006 Felipe Calderón le ganó al favorito en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, del PRD, con una diferencia de menos de un punto.
Aquí puedes leer la nota completa en Le Monde.