Los panteones de esta ciudad fronteriza ya no tendrán capacidad para más cuerpos en los próximos años, luego de que se reportará que se encuentran en su máxima capacidad.
Este es el caso desde hace casi cinco décadas del panteón municipal antiguo, ya que los 17 mil 500 espacios proyectados desde 1964 ya fueron saturados.
El coordinador de los panteones municipales, Héctor Gaucín Rodríguez, dijo que sólo los familiares que tienen una concesión, pueden seguir enterrando a sus difuntos en el predio que les pertenece en ese camposanto de ocho hectáreas, que fue abierto al público en 1880.
“Ya está en proyecto la construcción de un tercer panteón municipal, en estos momentos se afinan detalles de ubicación, capacidad e inversión, esperamos que el próximo año se cristalice”, expresó.
Respecto al panteón municipal nuevo, dijo que sólo hay espacio para otras 600 tumbas, por lo estima que en pocos años estará igualmente saturado.
Las autoridades municipales analizan la compra de un terreno cerca del fraccionamiento El Progreso, en donde se piensa construir otro panteón.
Ese panteón tiene 30 mil tumbas en 13 hectáreas y fue construido en 1965, y al cumplir el término que marca la ley, que es de 13 años, se pueden inhumar más personas en una misma tumba, pero siempre y cuando la familia del difunto así lo decida.
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