Pobladores de Xayacalan y Santa María Ostula, localidades de la costa michoacana que desde 2009 mantienen la defensa de sus territorios, asolados por bandas del crimen organizado, y cuyo dirigente fue secuestrado y asesinado entre el martes y miércoles pasado, denunciaron que durante todo el día de ayer grupos de hombres armados realizaron movilizaciones en la zona, haciéndoles temer un inminente ataque, informó ayer David Peña, integrante de la Asociación de Abogados Democráticos, la cual brinda apoyo legal a los ejidatarios afectados.
Luego que el miércoles fuera localizado en las inmediaciones de Xayacalan el cadáver de José Trinidad de la Cruz, representante ejidal secuestrado un día antes en presencia de una delegación del Movimiento por la Paz que visitaba la zona, el abogado informó que la Policía Federal envió patrullas a la carretera que une ambos poblados, mismas que permanecieron durante todo el día resguardando a los lugareños, pero al anochecer la vigilancia fue suspendida, lo que motivó que este jueves volvieran a hacer rondines los grupos de hombres armados que, afirman los habitantes, integran un contingente paramilitar.
“Durante todo el día, los pobladores han estado informándome la situación de alerta que hay en la región –señaló Peña–, y la última comunicación que sostuvimos fue a las 20:30 horas, cuando me reiteraron que siguen los movimientos de gente armada, que se está concentrando en algún punto de Ostula, lo que hace pensar en un ataque inminente a los campesinos.”
Ante esta situación, añadió, la Asociación de Abogados Democráticos entabló contacto con la Secretaría de Gobernación para exigir que la Policía Federal mantenga una custodia ininterrumpida en estos poblados de Michoacán, además de que se cumpla el compromiso previo de implantar un operativo permanente de vigilancia por parte de la Secretaría de Marina.
Peña informó, asimismo, que este viernes se presentará formalmente la denuncia ante la Procuraduría General de la República por la omisión en que incurrió la escolta de la Policía Federal el pasado martes, cuando abandonó la encomienda de custodiar a la delegación del Movimiento por la Paz que visitaba Ostula y Xayacalan, lo que propició el secuestro de José Trinidad de la Cruz y su posterior asesinato.
“La PGR investigará la actuación de la Policía Federal durante la visita del Movimiento por la Paz, así como el uso de armamento de uso exclusivo del Ejército en el ataque a los activistas –señaló el abogado–, en tanto que la Procuraduría General de Justicia de Michoacán investigará el secuestro y asesinato del dirigente ejidal”.
Ayer mismo, distintos organismos expresaron su indignación por el asesinato de José Trinidad (el tercer integrante del Movimiento por la Paz asesinado desde su surgimiento, en mayo pasado), y reclamaron el pronto esclarecimiento del crimen, entre los que destacaron la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y la Comisión Mexicana de Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, organización civil que, incluso, suspendió ayer su participación en la reunión extraordinaria del pleno de la Comisión Política Gubernamental en Derechos Humanos, a la que convocó la Secretaría de Gobernación, en protesta por el homicidio.
Culpan a militares por desapariciones
Ayer mismo, los movimientos Ciudadano Independiente, de Liberación Nacional, de Emergencia Nacional por la Paz, así como la Secretaría de Seguridad y Justicia del PRD, responsabilizaron a integrantes del Ejército Mexicano por el secuestro de los ecologistas Eva Alarcón y Marcial Bautista, quienes fueron obligados a descender del autobús en el que se dirigían de Petatlán a Chilpancingo, en Guerrero, y de quienes, hasta el momento, se desconoce su paradero.
A través de un comunicado conjunto, estas organizaciones civiles informaron que en la noche del martes 6 de diciembre Eva Alarcón y Marcial Bautista fueron secuestrados por siete personas armadas que instalaron un retén en el camino que lleva a Tecpan de Galeana.
“Testigos de estos hechos mencionan que miembros del Ejército se encontraban en el lugar, como si fuera un retén militar”, por lo que exigieron al instituto armado su inmediata presentación con vida.
“Los compañeros Marcial Bautista y Eva Alarcón –señala el comunicado–, se dirigían a la Ciudad de México para dar seguimiento ante las autoridades federales, al conflicto existente en la comunidad La Morena, de la Sierra de Petatlán, agravado por la presencia del crimen organizado en complicidad con diversas autoridades.”