En una jugada política enormemente arriesgada, el primer ministro griego anunció el lunes que su país realizará un referéndum en relación al nuevo acuerdo europeo sobre su deuda alcanzado la semana pasada, primera votación de su tipo en 37 años.
El primer ministro George Papandreou pareció tomar a muchos legisladores por sorpresa al decir que un acuerdo negociado duramente y que demoró meses para ser elaborado por los líderes de Europa será puesto en la tribuna pública.
Papandreou no dio una fecha ni detalles sobre el referendo propuesto, el cual sería el primero en Grecia desde 1974, cuando la monarquía fue abolida por una votación abrumadora meses después del colapso de una dictadura militar.
“Este será el referéndum: Se preguntará al ciudadano que diga un gran ‘Sí’ o un gran ‘No’ al nuevo acuerdo de préstamo”, dijo Papandreou a miembros socialistas del Parlamento. “Este es un acto supremo de democracia y patriotismo para que el pueblo tome su propia decisión … tenemos un deber de promover la participación y responsabilidad del ciudadano”.
La medida permite a los legisladores socialistas —quienes han sido vilipendiados por una opinión pública cada vez más hostil durante meses de huelgas, desobediencia civil y protestas violentas por ciclos de medidas de austeridad— trasladar la responsabilidad del destino del país al mismísimo pueblo.
El ministro de Finanzas Evangelos Venizelos, un profesor de Derecho Constitucional, señaló que se pidió el referendo después de que partidos de oposición fracasaron repetidamente en respaldar al gobierno en las negociaciones entre Grecia y los otros miembros de la zona del euro.
“Grecia está viviendo un drama, del cual debe ser liberado pidiendo a la gente que exprese su deseo”, dijo Venizelos al Parlamento.
“Cada ciudadano tomará su propia decisión, con responsabilidad, en un proceso que proporcionará un sentido nacional de alivio y recuperación”, agregó.
Más tarde dijo a la televisora privada Antenna: “Es muy claro. El nuevo acuerdo será presentado al Parlamento para su aprobación y después será presentado al pueblo griego para que lo juzgue … el pueblo griego por supuesto puede decir ‘no’, pero debe tener en mente las consecuencias de esa decisión”, subrayó.
AP*