“Uno de los logros más ilustrativos que hemos tenido –subrayó Enrique Peña Nieto en su último informe como gobernador del Estado de México, rendido el pasado 5 de septiembre– es la reducción en la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, al pasar de 16.5 en 2005, a 7.6 en 2010″, es decir, una disminución de 54%, algo que ayer fue calificado por The Economist como “el milagroso logro del gobernador”.
No obstante, advierte la publicación británica especializada en política y negocios internacionales, esta afirmación es “absolutamente falsa” y, de hecho, entre 2007 y 2011 este delito aumentó 40% en la entidad gobernada por el priista, según estadísticas federales.
“Magia”
En 2007, del conteo oficial de homicidio doloso en el Estado de México fueron excluidos los casos de suicidio y muertes por accidentes, y fue así que, “mágicamente”, el número de asesinatos en la entidad cayó 62% de un mes para otro, concluye “Americas view”, el blog de análisis político y económico sobre América Latina de The Economist on line, tomando como base los reportes de los que da cuenta el Sistema Nacional de Seguridad Pública, según los cuales este delito pasó de 250 caso en diciembre de 2006, a 94 para enero del año siguiente.
Esta modificación es la que permite a Peña Nieto afirmar que, al concluir y su periodo de gobierno, los asesinatos bajaron 54%, sin embargo, afirma la editorial de Americas view, “es un sinsentido comparar asesinatos posteriores a 2007, con aquellos cometidos previamente, porque ambos fueron medidos de manera completamente diferente”.
“Pero –se pregunta la editorial de The Economist–, ¿qué pasa si analizamos las tendencias de homicidios de 2007 a la fecha, usando una metodología consistente?”. La respuesta es que si se comparan los primeros siete meses de 2011, “que curiosamente no están en el informe de Mr. Peña”, con los primeros siete meses de 2007, cuando empezó a aplicarse la nueva medición, el incremento en homicidios dolosos es de 40%.
“Esto significa –concluye el análisis–, que los asesinatos en el Estado de México aumentaron sustancialmente con Mr. Peña. ¿Continuará él afirmando lo contrario?”
Falta más información
Consultado en torno a la fiabilidad de las estadísticas oficiales que permiten dobles interpretaciones de la información, el desarrollador de software especializado en bases de datos, Diego Valle, aseguró que, aún cuando los registros del Sistema Nacional de Seguridad Pública contienen datos totalmente verificados, aún falta mucho para que éste sea un sistema que refleje la real dimensión de la incidencia delictiva en México.
“Las estadísticas del SNSP no son tan confiables, debido a que hay estados que no reportan todos los crímenes, existen entidades en las que hay variaciones gigantescas de un mes para otro”, haciendo de ésta una herramienta limitada para la toma de decisiones y para la evaluación ciudadana, a pesar de que “según las encuestas, la seguridad es uno de los temas que más le importan a los votantes”.