La Jornada publica hoy que el gobierno de Guerrero ha dicho en diversos tonos que los maestros exageran, que hacen caso de un anónimo o, como el secretario de Gobierno, Humberto Salgado, que de plano son víctimas de sicosis colectiva
. La cosa es que los mensajes de amenazas contra ellos afirman paguen o se mueren
. Uno de los profesores de la zona donde todo comenzó cuenta que el mensaje estaba dirigido a la maestra con nombre y apellidos, además de contener instrucciones muy claras: decía quiénes debían pagar; perdonaba la cuota a lahabilitada
y a la supervisora (también con nombre y apellidos) porque ellas serían las encargadas de la colecta
. Y perdonaba también a otro maestroporque él ya cooperó con nosotros
.
Los extorsionadores, que exigían la mitad del salario y la mitad del aguinaldo, ordenaban que se tachara con negro a quienes no quisieran cooperar. O sea que tienen la nómina
, afirma un profesor. La habilitada
salió como alma que lleva el diablo a la coordinación de servicios educativos Acapulco-Coyuca. Detrás de ella llegaron todos sus compañeros de zona y desde entonces no han regresado a sus escuelas.
En los dos días que siguieron se sumaron a la suspensión de labores maestros de las zonas contiguas y luego el paro se extendió a otras partes. Los días corrieron. Cada jueves o viernes, las autoridades estatales anunciaban el inminente regreso a clases, sin que faltaran las amenazas de que comenzarían los descuentos a los maestros paristas.
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