Monterrey, un ejemplo dramático de la acción del crimen: Southernpulse
A pesar de años de esfuerzos para extender la soberanía hacia las fronteras, los espacios sin gobierno en América Latina continúan creciendo en tamaño, así como sigue creciendo la importancia de las organizaciones criminales trasnacionales. Estos espacios, también llamados “hoyos negros geopolíticos” o “zonas sin Estado”, existen en ciudades y a través de los vastos territorios. Las organizaciones criminales prosperan en esos espacios, y una vez que se afianzan en un lugar es muy difícil desalojarlos.
Southernpulse, una agencia de información de seguridad global, hizo pública en dos entregas algunas de las zonas sin gobierno de América Latina, entre las que incluye regiones y ciudades de México como Monterrey, Nuevo Laredo, Reynosa y Juárez, entre otras en el resto de la región latinoamericana. Aunque apenas han salidos dos entregas, la serie mantendrá los reportes sobre zonas específicas del hemisferio en las que se podría abrir nuevos lugares sin gobierno o facilitar mercados negros y organizaciones terroristas.
No hay duda, incluso entre los más cercanos observadores, que las organizaciones criminales rivales, llevarán la violencia mucho más allá de julio de 2012, cuando tendrá lugar la elección presidencial en México. En la primera entrega de Southernpulse se indican sólo las regiones principales sin gobierno de México.
I.- Los políticos locales en pueblos en la zona fronteriza de México y EU en Tamaulipas, conocida como “Frontera Chica”, están en complicaciones mayores que las elecciones federales. Los corredores para el contrabando y los territorios que los rodean en el noreste de México son algunos de los lugares de más alto perfil entre las zonas sin gobierno de México.
II.- La Sierra Madre Occidental, un agregado de acantilados, cimas y pliegues entre Sinaloa y Durango, es otro de los hoyos negros históricos.
III.- La esquina sureste de Chiapas, podría ser considerada como la punta de un iceberg que se extiende a través de la mayor parte de Guatemala.
En la segunda entrega de las zonas sin gobierno en América Latina, se menciona a México nuevamente pero de forma más específica. En esta ocasión Monterrey, Ciudad Juárez, Reynosa y Nuevo Laredo son mencionadas como las ciudades con menos control en el país.
Monterrey
Una masacre en un bar que deje 20 muertos sería noticia en cualquier parte del país, pero el hecho de que suceda en el centro de Monterrey lo hace una crisis instantánea para el gobierno. Uno de las ciudades más importante económicamente hablando ha caído en una crisis de control de gobierno. Mientras importantes organizaciones criminales se pelean el control sobre la ciudad, la pregunta sobre si el gobierno controla o no la urbe sigue sin contestarse.
La declinación de la seguridad en Monterrey desde marzo de 2010 podría ser uno de los ejemplos más dramáticos en América Latina de como una ciudad cae en manos del crimen. Los barrios pobres significan un problema en todo el mundo, pero la idea de que los gobiernos carezcan de control en áreas de población con una densidad tan significativa tiene implicaciones para la seguridad, la política y la convivencia social. Las organizaciones criminales trasnacionales se han movido a una gran variedad de estos barrios encontrando nuevos modelos de negocios y generando mayor influencia.
Al norte de Monterrey, Ciudad Juárez, Reynosa y Nuevo Laredo ejemplifican los miedos de la gente en Monterrey. Las fronteras han tenido una crisis casi total de los gobiernos en varios de sus aspectos. En otros temas las ciudades permanecen como economías con funcionalidad normal, con la influencia de la economía fronteriza.
Ciudad Juárez es tal vez la más deshonrosa, con una de las mayores tasas de homicidios en el mundo y con tropas mexicanas patrullando sus calles, sin embargo, tal vez no es la peor de México.
El gobierno local y la policía deNuevo Laredo y Reynosa están a punto de caer completamente bajo el control de las organizaciones del crimen. La violencia no es el mejor signo de la amenaza, en gran parte porque el gobierno no está peleando tan fuerte contra la delincuencia como en otros lados.
México nunca será un estado fallido en el sentido de llegar a ser un país sin gobierno, pero de forma creciente tiene ciudades fallidas. El problema urbano de México es de alguna forma más fácil de solucionar que la situación presentada en grandes ciudades de Centroamérica. Cada capital de la región tiene barrios con niveles de crimen por los cielos. El tráfico de drogas y el consumo son fomentados por las pandillas que tienden a nivel global a pagar a las pandillas con droga en lugar de dinero, lo cual ayuda a sus finanzas y a la crisis social.
