El tiroteo afuera del estadio de Santos, de alto impacto psicológico: Stratfor
El tiroteo que se desatara la noche del sábado afuera del estadio del Santos Laguna en Torreón, entre un convoy de tres vehículos con sujetos armados y policías municipales apostados en un retén, tuvo un gran impacto psicológico en la población, según reflexiones de la agencia especializada en seguridad, Strategic Forecast (@Stratfor).
Stratfor explica que el incidente en las afueras del estadio tiene un componente psicológico notable porque el fútbol es por mucho el deporte más popular en México, frecuentemente utilizado como un medio para escapar de la realidad de la vida diaria, en un país donde la población no tiene comúnmente muchas razones para el optimismo y la corrupción y la rampante violencia -muchas veces grotesca y a la luz del día- son un lugar común.
Mientras en Torreón es improbable que se detengan los partidos de fútbol de primera división, el impacto psicológico del tiroteo del 20 de agosto es una afrenta a un apreciado pasatiempo. El suceso significa también que la violencia ha permeado en cada aspecto de la vida cotidiana en el país y arrebata a los torreonoeses uno de los descansos que tenían de las noticias sobre la constante violencia, haciendo parecer que el regreso a la tranquilidad es sólo una remota posibilidad.
Aún más, el juego era un evento de alto perfil, transmitido no sólo en México, sino también en Estados Unidos. Un gran número de fans documentó el episodio con cámaras y teléfonos, aunque ninguno pudo captar imágenes del enfrentamiento, sólo los sonidos. Durante la transmisión en vivo del partido, los locutores discutieron lo sucedido, quién era el responsable y cómo escapar de forma segura. Tal difusión sirve para recordar que mientras la guerra contra las drogas en México afecta relativamente a pocos, aquellos en ciudades como Torreón, la violencia puede ser vista en cualquier lugar con una conexión a internet.
Para Stratfor, el tiroteo de Torreón ilustra el rol que la geografía juega en los operativos contra el tráfico de drogas en México —un rol muy bien entendido por los capos de la droga mexicanos. Los cárteles deben no sólo mover el contrabando dentro y fuera del país, sino además a través del mismo. Situada en la intersección de un par de carreteras principales de México, Torreón es un centro neurálgico para el movimiento de las mercancías de los cárteles hacia el norte de México y eventualmente hacia los Estados Unidos. Controlar Torreón facilitaría el traslado de sus productos desde la costa del Pacífico mexicano, a través del país por corredores de contrabando, tales como Nuevo Laredo y Ciudad Juárez, en la frontera con EU.
Debido a que los cárteles entienden la importancia y la vulnerabilidad de sus propias rutas de abastecimiento, estas ciudades/corredores se han convertido en territorio altamente disputado. Los Zetas y el cártel de Sinaloa han estado peleando por el control de Torreón por algún tiempo ya y los miembros de uno o ambos grupos estuvieron muy posiblemente relacionados con este tiroteo. Podemos esperar más violencia en la ciudad mientras Los Zetas y Sinaloa mantienen la competencia por el libre control de las rutas de tránsito. Desafortunadamente para Torreón, su posición geográfica la predispone para tales niveles de violencia e incrementa el impacto psicológico del terror, al cual Stratfor ya se ha referido antes.
A pesar de que nadie murió ni fue herido de gravedad -en gran parte debido a las precauciones del club en el estadio-, las balas sí entraron al estadio. Los presuntos sicarios escaparon al arresto al usar instrumentos parecidos a las tachuelas para ponchar llantas. Las espinas metálicas de cuatro picos se usan para detener a cualquier perseguidor. Una camioneta fue encontrada con tres armas de alto calibre y dos granadas.
El tiroteo fue originado por un ataque contra una patrulla de Seguridad Pública y no contra el estadio o contra la afición, afirmó Adelaido Flores Díaz, director general de seguridad pública en Torreón. La secretaría de Gobernación (Segob) respaldó esta teoría y el gobierno federal condenó el suceso. El alcalde de Torreón respondió que la localidad no requiere de más federales, sino de mayor inteligencia.
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