Ante las “dramáticas” expresiones de violencia que se registran en distintos puntos del país, los inversionistas extranjeros han dejado de analizar la situación de México como si se tratara de una sola nación y evalúan los riesgos en el manejo de sus capitales “según la región y la localidad” de que se trate, por lo que el ataque de este jueves en Monterrey, donde 52 personas perecieron en el incendio intencional de un casino, “va a elevar la preocupación de las compañías internacionales en Nuevo León en específico, pero no se verá un descenso importante en las inversiones programadas en el resto del país”.
“Muchas compañías internacionales tienen una perspectiva bastante compleja sobre México –afirma Josh Miller, general manager para América Latina de la consultoría global Control Risks, dedicada al análisis de riesgos empresariales en “entornos hostiles y complejos”–, me refiero a que no ven a México como un solo país, sino como varias regiones y localidades que tienen situaciones diferentes en materia de inseguridad, aunque el ataque al Casino Royale viene a confirmar las preocupaciones por las que, previamente, el país entró al radar de los analistas”.
Miller, quien antes fuera agente de la CIA (donde se encargó de labores de inteligencia contra el terrorismo y el narcotráfico en Europa del Este, Oriente Medio y Eurasia Central), consideró que México vive una realidad “única” tanto en materia de “ambiente de inversión” como en inseguridad, para la cual “no pueden hallarse paralelismos”.
“Ni siquiera en el Norte de África o China (otras regiones del planeta donde Control Risks ha evaluado los riesgos para invertir) podemos hallar similitudes con México, ya que no cuentan con un ambiente de negocios tan atractivo como el que existe aquí, aunque en este momento se atraviese por una situación compleja de seguridad”, consideró el especialista.
“México atrae a muchos inversionistas, sobre todo de Estados Unidos y Canadá, aunque ahorita está pasando por un deterioro de seguridad en ciertas partes de su territorio, como fue patente en Monterrey”, remató.
– ¿En qué partes de México sigue siendo un buen negocio invertir? –se pregunta a Miller.
– Empecemos por decir que en México no hay zonas cien por ciento seguras –responde–, pero en donde prevalece un ambiente seguro para invertir, por ejemplo, es en Baja California, en la parte fronteriza, donde aún siguen llegando inversionistas extranjeros con maquiladoras; otra región donde la inversión no se ha visto disminuida por la violencia es el sur de Veracruz, además de la Ciudad de México.”
Sin embargo, añadió que, a nivel nacional, “el presidente Felipe Calderón enfrenta una situación bastante complicada: a partir de este momento, y con miras en las elecciones del próximo año, puede ser que la violencia se incremente en ciertas partes de México”.
– ¿Cómo inciden las movilizaciones ciudadanas generadas por la violencia en el análisis de riesgo que se hace de México? ¿Son un elemento favorable o negativo?
– Por el momento –señala Miller–, esas movilizaciones representan una presión política para resolver una situación de inseguridad que, en realidad, no es fácil de resolver; no obstante, seguramente a mediano plazo irá disminuyendo las inconformidades sociales.
Y aunque el representante de Control Risks aclaró que no pueden evaluar la efectividad de la guerra federal emprendida hace cinco años contra el crimen organizado, “sí podemos reconocer que los niveles de violencia actuales son bastante altos y requieren una respuesta política fuerte a los más altos niveles del gobierno, lo cual está haciendo Calderón y que –subrayó–, también tendrá que hacer quien quede al frente del siguiente gobierno”.