El pasado 7 de junio, Día de la Libertad de Expresión, y mientras la Caravana por la Paz y la Justicia con Dignidad hacía escala en Durango, donde más de mil personas recibieron al poeta Javier Sicilia, el jefe de información del periódico estatal Novedades Acapulco, Marco Antonio López Ortiz, fue raptado por un grupo de hombres que lo abordaron al salir de un bar ubicado en el centro de la ciudad, donde quedó abandonado su auto. Hasta el momento se encuentra desaparecido.
A la exigencia familiar por su presentación con vida se han sumado las organización internacionales Reporteros Sin Fronteras, la sección americana del Comité para la Protección de los Periodistas, la Sociedad Interamericana de Prensa y Artículo 19, así como el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos, una de las principales agrupaciones civiles que promovieron la también llamada Caravana del Consuelo), la Unión de Periodistas de Tecpan y la Arquidiócesis de Acapulco, en tanto que trabajadores de la comunicación del estado realizaron el pasado 10 de junio una marcha por la costera Miguel Alemán.
Los periodistas guerrerenses fueron posteriormente recibidos por el titular de la Fiscalía Regional de la Procuraduría de Justicia de Guerrero, quien informó que la investigación del caso estaba en marcha, mientras que el Congreso del estado aprobó el mismo viernes un punto de acuerdo para solicitar al gobernador Ángel Aguirre y al procurador Alberto López Rosas investigar si los responsables son integrantes de corporaciones policiacas estatales o federales.
“Igualmente –señala el documento aprobado–, solicitamos respetar la vida de Marco Antonio López Ortiz a quienes, sin ser entes gubernamentales, lo tengan en su poder, y dejarlo en libertad a fin de que pueda retornar con su familia, ya que es una persona de escasos recursos y que ejerce el periodismo con un alto sentido de responsabilidad y servicio social”.
La denuncia formal ante las autoridades fue presentada ante el Ministerio Público, formalmente, al día siguiente del secuestro del periodista.
Según el portal especializado Periodistas en Español, en Guerrero han sido asesinados en los últimos siete años al menos nueve periodistas, muchos de ellos directivos: el corresponsal de El Sol de Acapulco, Juan Francisco Rodríguez Ríos (junto con su esposa María Elvira Hernández); el corresponsal de Televisa en Acapulco, Amado Ramírez; el director del periódico El Despertar del Sur, Misael Tamayo; el director del semanario El Oportuno, Jorge Ochoca; el director del semanario Ultimátum de Taxco, Juan Carlos Hernández y los reporteros Jean Paul Ibarra, Evaristo Pacheco y Juan Daniel Martínez.
En todo el territorio mexicano, desde el año 2000 han sido asesinados 73 periodistas y, de 2003 a la fecha, 13 han sido víctimas de desaparición forzada, el más reciente de los cuales es el jefe de información del diario Novedades Acapulco.
Para mayor información sobre violaciones a la libertad de expresión y derechos de los comunicadores, puede ser consultado el Protocolo para el registro, documentación y seguimiento de agresiones a periodistas, de Cencos y Artículo 19.