El INM falla con los migrantes y con el dinero público

El Instituto Nacional de Migración adolece en su eficiencia, pero también en su capacidad de administración. A la reciente remoción de delegados en siete estados de la por comprobárseles nexos con el crimen organizado, se suman los enredos en sus finanzas señalados por la Auditoría Superior de la Federación (ASF). Ni con los migrantes, ni con el dinero el Instituto ha sido diligente.
El informe de la Cuenta Pública 2009 de la ASF da cuenta de una auditoría a los ingresos por Derecho de No Inmigrante-Turista (DNI-T), es decir, los 262 pesos cobrados a cada extranjero que ingresó a México aquel año por cualquier vía, ya fuese en calidad de turista, hombre de negocios o transmigrante.
El Servicio de Administración Tributaria registró que el INM recaudó 3 millones 699 mil 417 pesos y la ASF analizó 30 por ciento de ese ingreso, es decir poco menos de un millón 125 mil pesos cobrados por el organismo entre los meses de febrero, abril y julio de 2009.
Los problemas con ese ingreso comienzan en la contabilidad. El área responsable del INM reporta que el total del cobro del DNI-T  es de 3 millones 709 mil 777 pesos, cifra 10 mil 346 pesos mayor respecto a que registra el SAT.
El desorden en el dinero que recibe el INM por este concepto no acaba ahí. Desde 1999, el organismo permitió que las aerolíneas cobraran el DNI-T y que cada tres meses entregasen al Instituto lo recaudado en cada periodo. Al auditar lo recibido por esa vía, la ASF encontró que la cifra de pasajeros y, por tanto, los importes, estaban duplicados y, encima, las sumas para contabilizar lo ingresado son incorrectas.
Dictamen: Abstención
Ante el laxo control del Instituto en su recaudación, la ASF decidió abstenerse de emitir una opinión en su análisis. “El INM carece de un adecuado sistema de información y control que le permita garantizar la veracidad de las cifras relacionadas con la determinación, cálculo, cobre y registro de los ingresos por DNI-T”, reza el documento, hecho público en febrero de este año.
Las irregularidades registradas en ese 2009 se suman a la cuestionable gestión del Instituto hecha por Cecilia Romero Castillo. La política de militancia panista debió abandonar el cargo de Comisionada en septiembre del año pasado, tras conocerse la masacre de 72 migrantes en el estado de Tamaulipas. De aquella tragedia, Romero Castillo quiso lavarse las manos al asegurar en una carta dirigida al PAN que lo ocurrido no había sido su responsabilidad.
A finales de febrero, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)dio a conocer que 11 mil 300 migrantes fueron víctimas de secuestro en México tan solo en el 2010. Cuestionado sobre la incapacidad del INM para contener estos delitos y su relación con el laxo control en las finanzas, el ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva se limitó a expresar que la ASF debe continuar las investigaciones y que en todo caso, se pronuncia por que en el servicio público prevalezca la “transparencia, la eficiencia y la austeridad en el ejercicio del gasto”.
Aun cuando estas irregularidades y los vínculos de funcionarios migratorios con el crimen se registraron en la gestión de Cecilia Romero, el presidente de la CNDH evitó señalarla como una responsable directa.
“No es un tema de la persona que esté como titular de la dependencia, sino de la responsabilidad institucional del INM”, aseguró en conferencia de prensa. “Hasta el día de hoy no hemos encontrado que los avances sean suficientes para poder prevenir y evitar el secuestro de migrantes”, zanjó.
Sobre las irregularidades en el dinero público, la presidenta de la Comisión de Vigilancia de la ASF en la Cámara de Diputados, la perredista Esthela Damián, mostró su preocupación por que el organismo vigilante de las cuentas públicas se haya abstenido de dar un dictamen.
“Esto muestra que el trabajador del INM no tiene la mínima capacitación para sus obligaciones”, dijo en entrevista telefónica. “El INM no sólo deja qué desear en sus cobros, sino también en otro tipo de facultades”.
La diputada señaló la falta de vigilancia en el Instituto al mando de Romero Castillo. “Como titular tienes la obligación de que la gente que está bajo tu responsabilidad se hagan las cosas bien”.
Tras la salida de Cecilia Romero, el INM estuvo acéfalo por más de tres semanas. No fue sino hasta octubre del año pasado cuando el Presidente Felipe Calderón nombró Comisionado a Salvador Beltrán del Río Madrid, ex subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe.
El desorden en el INM causó que el pasado jueves, el Secretario de Gobernación, Francisco Blake, expresara en un comunicado que no habrá tolerancia ante los funcionarios que violen la ley.