La Jornada publica hoy que el Instituto Nacional de Migración (INM) depurará su plantilla (integrada por unos 5 mil trabajadores) con el propósito de atajar la corrupción en el organismo, dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Funcionarios del INM, encabezados por Salvador Beltrán del Río, así como de Gobernación, reconocen que los exámenes de confianza aplicados a casi mil 200 empleados no han sido suficientes, por lo que es necesario aplicar medidas más estrictas para identificar y expulsar del instituto al personal que por diversas circunstancias se ha coludido con la delincuencia, en perjuicio de los migrantes.
En la preparación de los nuevos mecanismos, este miércoles se reunieron en la sede de Bucareli el comisionado Beltrán del Río y todos los subsecretarios de Gobernación, con la finalidad de articular y aplicar de inmediato la estrategia de depuración.
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